Con el cierre previsto del hipermercado Auchan en Bar-le-Duc, los comerciantes del centro comercial se preguntan sobre su futuro. Todos ellos están ahora suspendidos a la espera de la llegada de un posible comprador. Un anuncio que no podrá hacerse antes de mediados de febrero.
“¡Somos los olvidados de la catástrofe! » Nadia Quenot es directora de la joyería Eternel, en la galería del hipermercado Auchan de Bar-le-Duc, cuyo cierre fue anunciado por el grupo Mulliez, su propietario, el 5 de noviembre. “Hablamos mucho de los empleados de Auchan, pero tenemos la impresión de que nos olvidan…” Al igual que los demás comerciantes del centro comercial, el joyero confiesa estar en total incertidumbre sobre su futuro y el de su tienda.
“Se supone que la galería debe permanecer abierta, pero si ya no tenemos la locomotora de alimentos, no tendremos los mismos flujos. »
Porque el hipermercado y su galería son dos entidades diferentes. La galería es copropiedad, desde su venta por parte de Auchan en 2017, a un gestor de activos que la vendió a un grupo lionés el 4 de noviembre… “¡Al día siguiente, supimos que Auchan iba a cerrar! », señala Randall Woods, quiosco (que también hace la tintorería). “Estamos esperando a ver qué sucederá al revés. Por el momento estamos sumidos en una verdadera niebla. ¡No puedes ver dos metros más adelante! »
Confidencialidad de las negociaciones.
En el marco de las negociaciones llevadas a cabo a nivel nacional por el grupo Mulliez para encontrar un comprador, se estableció una cláusula de confidencialidad por un período de tres meses. Por tanto, es imposible saber si un comprador está interesado o no antes de mediados de febrero. “Cruzamos los dedos”, admite Christelle, peluquera de la galería. “En el pasado, el hipermercado siempre estaba bajo control, ¡así que tengo esperanzas! »
“¡No se van a deshacer de nosotros así!” »
Los rumores persistentes apuntan a la posibilidad de transformar el hipermercado en un centro de ocio. Una solución que no satisfaría a ninguno de los comerciantes. “Se supone que la galería debe permanecer abierta, pero si ya no tenemos la locomotora de alimentos, no tendremos los mismos flujos. Llevo aquí 17 años y ya he visto cómo la facturación de la prensa se ha reducido a la mitad… Y luego, cuando la cafetería cerró, perdí 30 o 40 clientes al día…” recuerda Randall Woods, que ve mucho impulso comprando en su negocio.
“Tenemos muchos clientes de paso porque trabajamos sin cita previa”, confirma el peluquero. “Pero les aseguramos: ¡no se van a deshacer de nosotros así! ¡Les decimos que si no está aquí, estará en otro lugar de Bar-le-Duc! »
Una treintena de empleados en la galería
Podría haber un movimiento reservado para la marca de videojuegos Micromania. “Para nosotros es más tranquilizador ser una cadena. Además, somos los únicos en la zona. La Micromania más cercana está a más de una hora en coche (en Houdemont, cerca de Nancy, ndr.)”, espera William, su vendedor. Una situación más delicada para Nadia Quenot. “Nuestros contratos de arrendamiento comerciales no nos permiten cerrar”, se preocupa el joyero. “Y luego, cerrar significa que el negocio se pierde y que habrá costos para instalarse en otro lugar…”
Actualmente, la galería emplea a una treintena de empleados, que oscilan entre la preocupación por tener que mudarse, o peor aún, bajar el telón definitivamente, y la esperanza de un comprador que les permita continuar con su actividad. Respuesta a mediados de febrero…
P.-JP