Ante los persistentes desafíos del sector energético en Guinea, el Ministro de Energía desea recordar con firmeza que “la gestión eficiente de la electricidad no es una responsabilidad aislada del Estado. Es más bien un deber colectivo que convoca a todos los ciudadanos”.
La transición energética, esencial para el desarrollo sostenible y el bienestar nacional, no puede tener éxito sin una profunda conciencia y participación activa de todas las partes interesadas.
De hecho, el Gobierno, en su determinación de compensar los déficits energéticos crónicos, está desplegando esfuerzos colosales para aumentar la capacidad de producción nacional. Entre estas iniciativas se encuentran la instalación de nuevas plantas de energía solar, la rehabilitación de las centrales térmicas de Electricidad de Guinea (EDG) y la adquisición de cerca de 250.000 contadores eléctricos destinados a mejorar la transparencia y la eficiencia del sistema eléctrico. Estas ambiciosas reformas, aunque esenciales, sólo darán frutos si van acompañadas de un cambio radical en el comportamiento ciudadano.
Cabe señalar también que, hasta la fecha, más de 400.000 abonados oficiales siguen consumiendo a tanto alzado, una práctica que fomenta el abuso y agrava los déficits de EDG.
Al mismo tiempo, un número equivalente –o incluso mayor– de consumidores recurren a conexiones ilícitas, alentados por la complicidad de ciertos agentes corruptos. Estas prácticas fraudulentas, lejos de ser simples delitos, constituyen un ataque grave y socavan gravemente los esfuerzos de recuperación del sector. También constituye un obstáculo directo al progreso socioeconómico del país.
El ministro Aboubacar Camara “denuncia firmemente este comportamiento inaceptable e insta a los ciudadanos a adoptar prácticas éticas y responsables”. “La denuncia del fraude y de los cómplices dentro del aparato de EDG es una condición sine qua non para garantizar un acceso justo y sostenible a la electricidad. “, él dice.
“El interés colectivo está en juego: si los esfuerzos del Estado y los sacrificios de los reformadores no encuentran una respuesta favorable en las actitudes de los usuarios, será toda la nación la que pagará el alto precio”advirtió.
La nueva dirección de EDG, bajo la dirección de su Director General, ha emprendido un riguroso proceso de limpieza del archivo de suscriptores y estandarización en el campo. Sin embargo, estas reformas estructurales requieren un apoyo ciudadano inquebrantable.
Cada conexión ilícita, cada acto de fraude, cada complicidad es un obstáculo para la mejora de los servicios públicos y un golpe a los esfuerzos de recuperación nacional, recuerda Aboubacar Camara.
“Es crucial entender que EDG no es una entidad extranjera ni ajena a las preocupaciones cotidianas de los guineanos. Es una empresa pública, al servicio de los ciudadanos, y que aspira a ofrecer servicios de calidad a todos. Pero para escapar de la espiral de déficits y disfunciones, EDG necesita el apoyo de todos: ciudadanos, funcionarios electos locales, funcionarios públicos y la sociedad civil..
Por ello, el Ministro pide una revolución de las mentalidades. La electricidad es un bien común, cuya sostenibilidad depende del compromiso de todos para utilizarla racionalmente, denunciar los abusos y respetar las normas establecidas.
“Sólo la movilización colectiva permitirá transformar de manera sostenible nuestro sector energético y sentar las bases para un desarrollo inclusivo y próspero para las generaciones futuras”. apoya al Ministro.
Ha llegado el momento de elegir entre el status quo y el cambio
El Ministerio de Energía, firme en sus ambiciones y consciente de las expectativas legítimas del pueblo guineano, se compromete a proseguir sus esfuerzos. Pero no puede tener éxito sin el apoyo decidido y unido de todos los ciudadanos.
“Juntos, pasemos página sobre el fraude y el abuso para construir un sistema energético digno de las aspiraciones de nuestra nación. La responsabilidad es colectiva y de ella depende el futuro de nuestro país. »concluyó el Ministro de Energía, Hidráulica e Hidrocarburos.