El gobierno sudafricano ha declarado el estado de desastre nacional después de que al menos 24 niños murieran por intoxicación alimentaria. Desde entonces, los responsables de las spaza, pequeñas tiendas de alimentación, están implicados. Los extranjeros son un objetivo especial.
En Sudáfrica se declaró el estado de desastre nacional tras la muerte de 24 niños por intoxicación alimentaria. La razón: estas bolsitas de patatas fritas multicolores les gustan a los niños, las compran por unas pocas monedas. En cuestión de semanas, al menos 24 murieron y casi mil enfermaron. En algunos envases se descubrieron restos de terbufos, un potente pesticida utilizado contra las ratas.
Se destacan especialmente las “tiendas spaza”, estas pequeñas tiendas de comestibles, a menudo hechas de chapa, que abren temprano en la mañana y tarde en la noche en los barrios populares. El gobierno ya ha anunciado medidas y controles para estos comercios regentados principalmente por extranjeros. Desde entonces, son víctimas de una ola de xenofobia, como informa el periódico Le Monde. Estos comerciantes ahora deben registrarse ante las autoridades, pero esto es una misión imposible para los extranjeros.
Les pedimos un comprobante de inversión de casi 260.000 euros para una tienda de chapa. Frente a los centros, activistas de un colectivo antiextranjeros hacen una selección y despiden a todos aquellos que no tienen un documento de identidad sudafricano. Un joven de Bangladesh se fue con las manos vacías, a pesar de tener un permiso de trabajo y un certificado de higiene. “Dicen que van a prender fuego a mi tienda. No es la primera vez que escuchamos esto, pero es la primera vez que me temo.”, le dice al periódico Le Monde.
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