En exhibición en la obra. Desconocido en esta dirección En el teatro Antoine de París, Stéphane Guillon habló de su tranquila vida en Córcega en una entrevista concedida a Fin de semana parisino.
Después de un verano promocionando su libro No más risas (ed. Albin Michel), Stéphane Guillon ya está de vuelta en escena con la obra Desconocido en esta direcciónadaptada de la novela homónima de Kressmann Taylor y representada con Jean-Pierre Darroussin hasta el 29 de diciembre en el Théâtre Antoine, de París. En esta ocasión, el actor habló con Fin de semana parisino en una entrevista sobre su vida cotidiana, lejos de la capital, en un pueblo corso. Describiéndose a sí mismo como un “hiperactivo”el sexagenario revela sus pasatiempos favoritos cuando no está en el escenario, entre los que se encuentra la jardinería.
“Podo, siembro, cavo, preparo mi abono… Siempre me ha encantado, pero estas actividades ocuparon más espacio cuando adquirí mi terreno en 2010”cuenta el comediante al que “le gusta tener las manos en la tierra” y da forma a su jardín como mejor le parece para prepararlo para las flores de primavera. “Planté olivos que, espero, seguirán ahí dentro de 150 años”añade, revelando que logró, no sin orgullo, cultivar plantas en suelos infértiles.
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Las aficiones de Stéphane Guillon en Córcega
Otro hobby de Stéphane Guillon cuando regresa a la Isla de la Belleza: caminar. “A menudo salgo a caminar solo, principalmente en la naturaleza. A veces se me ocurren ideas para bocetos mientras camino. No se trata de parar, sino de cambiar de ritmo”.le confía a la Parisino, admitiendo no saber cómo sentar cabeza y relajarse. “Pienso todo el tiempo. Mi cerebro nunca se detiene. Si todo va bien, cerraré la sesión cuando esté muerto”.bromea para concluir este gran admirador de Amy Winehouse.
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