Por fin un motivo de esperanza para los allegados a Serge Atlaoui. El Ministro indonesio encargado de Asuntos Jurídicos y de Derechos Humanos anunció, el viernes 29 de noviembre, que la Embajada de Francia entregó a principios de noviembre una carta del Ministro de Justicia para solicitar la repatriación del prisionero de Metz. Contactada por la AFP, la embajada de Francia en Indonesia aún no ha reaccionado.
Serge Atlaoui, de 60 años, natural de Messin, fue detenido en 2005 en Indonesia, mientras trabajaba en una fábrica donde se habían descubierto drogas. Acusado de haber participado en su fabricación, el soldador del Mosela siempre ha proclamado su inocencia. Condenado a muerte en 2007, escapó de la ejecución en 2015.
Algunas de las leyes sobre drogas más estrictas del mundo
El soldador artesanal de Metz (este) y padre de cuatro hijos, siempre ha negado ser narcotraficante, alegando que sólo había instalado máquinas industriales en lo que creía que era una fábrica de acrílico. El caso causó revuelo en Indonesia, donde las leyes antidrogas son una de las más estrictas del mundo.
Condenado inicialmente a cadena perpetua, el Tribunal Supremo aumentó la pena y lo condenó a la pena de muerte en apelación. Debía ser ejecutado junto con otros ocho convictos en 2015, pero se le concedió un indulto temporal después de que París incrementó la presión y las autoridades indonesias aceptaron dejar que una apelación pendiente siguiera su curso.
Indonesia está actualmente en conversaciones con tres países, Filipinas, Australia y Francia, para la repatriación de varios prisioneros, afirmó el Ministro indonesio, añadiendo que espera que estos traslados puedan realizarse “finales de diciembre“.
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