Afincado en Colombiers, cerca de Saintes, este ex viticultor de 77 años fue juzgado este jueves por el tribunal penal de Saintais por realización de trabajos encubiertos, blanqueo de capitales y ejercicio ilegal de la profesión de médico.
Este último jefe de prevención no habrá resistido las requisiciones del Ministerio Público, que estaba en el origen de la acusación. Construido sobre “tres testimonios”, este delito se basó únicamente en “elementos ligeros”, según admitió el fiscal, que inmediatamente solicitó la absolución sobre este tema.
Por lo tanto, el expediente presentado a los jueces era sólo un “asunto de mucho dinero”, bromeó M.mi Thibaut Kurzawa, el abogado del curandero de Colombiers que “no pretendía curar, sino sólo aliviar”. Las “excepcionales” dotes de Daniel M. para el tratamiento de quemaduras, herpes zóster y eczemas atrajeron a una gran clientela. En los diarios del septuagenario incautados por los investigadores, se anotan más de 5.000 citas en 2022. En 2023, Daniel M. anotó más de 4.100 sesiones antes de ser puesto bajo custodia policial a mediados de septiembre y cesar su trabajo. Desde entonces, Urssaf y Hacienda Pública han estimado sus daños conjuntos en casi 570.000 euros, desde 2017, basándose en una consulta de 20 euros. Los precios eran gratuitos, respondieron el curandero y su abogado, argumentando también que la asistencia se había disparado tras la crisis sanitaria vinculada al covid. “Nadie sabe exactamente cuánto ganó”, insistió M.mi Thibaut Kurzawa.
Hasta 40.000 euros al mes
Los investigadores revisaron las cuentas: encontraron once, ocho de las cuales aún estaban activas. Algunos recibían hasta 40.000 euros al mes. Los retiros de efectivo, por otro lado, se pueden contar con los dedos de la mano. En septiembre de 2023, el jubilado tenía dos seguros de vida con un capital de más de 1,2 millones de euros y numerosos folletos de todo tipo por valor de decenas de miles de euros. Daniel M. poseía cinco vehículos de lujo valorados en 335.000 euros. También se encontraron lingotes de oro (3,7 kilos), algunos desenterrados a “tres metros de profundidad”.
Acusado de haber “engañado a Urssaf y defraudado la solidaridad nacional”, el curandero de Colombiers aseguró que su fortuna procedía de una herencia y de una vida de trabajo como viticultor y destilador: “Cada año guardaba existencias. Cuando me jubilé lo vendí todo por casi 1,4 millones de euros”.
La fiscalía solicitó una pena de 4 años de prisión, de los cuales 3 años suspendidos, y la posibilidad de cumplir esta pena en casa, con una pulsera electrónica.
También se solicitó el decomiso de las sumas y bienes incautados -más de 750.000 euros hasta la fecha-, así como una multa por determinar, a favor del Tesoro Público.
El Tribunal Penal de Saintes pronunciará sus deliberaciones el 27 de febrero de 2025.