En el contexto de una guerra prolongada entre Israel y Hezbollah, surgió una propuesta de acuerdo de alto el fuego con la participación de Estados Unidos y Francia. Sin embargo, la idea de una zona de seguridad israelí en el Líbano con una profundidad de 3 kilómetros, tan deseada por algunos funcionarios israelíes, fue rechazada. El 27 de noviembre de 2024, el diplomático estadounidense Amos Hochstein calificó esta idea de “fantasía”, afirmando que cualquier acuerdo que involucrara dicha zona era poco realista y nunca podría ser aceptado por el Líbano.
Una zona de amortiguamiento israelí: un objetivo abandonado por Israel
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Uno de los principales objetivos de Israel en las negociaciones de alto el fuego fue la creación de una zona de amortiguación en el sur del Líbano. Esta zona, según algunos responsables israelíes, como el ex primer ministro Naftali Bennett, habría permitido crear una barrera de seguridad contra los ataques de Hezbollah y otras amenazas potenciales. Israel quería así mantener una presencia militar en territorio libanés, en particular a pocos kilómetros de su frontera, para garantizar una seguridad duradera, según sus funcionarios.
Sin embargo, la idea de una zona de seguridad de este tipo fue inmediatamente rechazada por el Líbano, apoyado por la comunidad internacional, en particular por Francia y Estados Unidos. Amos Hochstein, el enviado estadounidense, destacó la imposibilidad de establecer una zona de seguridad en forma de ocupación, precisando que “si eliges tener una zona muerta o una zona desmilitarizada, eres un ocupante”, y que ningún acuerdo de paz podría ser concluyó sobre esta base. También afirmó que la solicitud israelí era “una fantasía” porque el Líbano nunca aceptaría permitir que Israel mantuviera una ocupación militar en su sur.
La posición de Estados Unidos y Francia: un alto el fuego sin zona de seguridad israelí
Por lo tanto, los negociadores internacionales, incluidos Estados Unidos y Francia, tuvieron que intervenir para evitar que el acuerdo fuera bloqueado por esta demanda israelí. Las dos potencias buscaron encontrar un compromiso que permitiera a Israel retirar sus tropas y al mismo tiempo garantizar la seguridad del país frente a las amenazas de Hezbollah. Según el acuerdo de alto el fuego, Israel tendrá que retirar sus fuerzas de la región y se establecerá una zona de amortiguación, pero será patrullada por el ejército libanés y las fuerzas de paz de la FPNUL, no por tropas israelíes.
El acuerdo también estipula que los combatientes de Hezbollah deberán retirarse al norte del río Litani, mientras que el ejército libanés se hará cargo de la seguridad en el sur del país. El objetivo de esta tregua de 60 días es, por tanto, permitir que la soberanía libanesa se extienda por toda la región sur, poniendo fin a la presencia israelí que duró décadas, pero que nunca fue aceptada por el Líbano ni por la comunidad internacional.
Críticas israelíes: decepción por la ausencia de una zona de amortiguamiento
Israel rápidamente expresó su decepción por el fracaso de sus demandas de una zona segura, calificándola de un compromiso difícil. El Primer Ministro Benjamín Netanyahu, en una declaración posterior al acuerdo, afirmó que “las condiciones de seguridad de Israel deben ser respetadas y continuaremos defendiendo nuestros intereses”. Por otro lado, voces críticas, como las del ex primer ministro Naftali Bennett, subrayaron que la creación de una zona de amortiguación era esencial para la seguridad de Israel y para evitar que Hezbollah lanzara ataques desde el Líbano.
Sin embargo, la comunidad internacional, en particular los Estados Unidos y Francia, consideraron que preservar la soberanía libanesa y evitar una mayor ocupación israelí eran prioridades que deberían tener prioridad sobre las preocupaciones de seguridad de Israel.
La tregua: un compromiso bajo tensión pero necesario
A pesar de las diferencias sobre la cuestión de la zona de seguridad, se firmó un alto el fuego, pero las tensiones siguen siendo palpables. Los últimos acontecimientos en la frontera entre Israel y el Líbano muestran que recientemente se han producido ataques israelíes, con acusaciones de violaciones del alto el fuego por parte de Hezbollah. Por lo tanto, la situación sigue siendo muy frágil y la aplicación del acuerdo será examinada de cerca, tanto por los libaneses como por la comunidad internacional.