Sé que me miras como un delincuente, sólo pido ser una persona sencilla, vivir como todos los demás”,
sollozó un hombre de 43 años en el palco de comparecencia inmediata, el martes 26 de noviembre. El presidente acaba de expresar su incomprensión, insistiendo en que él, menos aún que los demás, tenía derecho a hacerlo de nuevo.
El 19 de abril de 2008, hacia las 6 de la mañana, mientras intervenía en el apartamento del matrimonio, un estudio de la avenida Foch, en Angers, la policía descubrió a su pareja en estado crítico. Tras sufrir cuarenta y siete heridas de arma blanca y luego de tijera, incluida una herida profunda en la garganta, la joven se salvó gracias a un punto de compresión realizado por un funcionario.
Devuelto en junio de 2010 al Tribunal de lo Penal de Maine-et-Loire por intento de asesinato, el hombre fue condenado a doce años de prisión y a vigilancia sociojudicial. La medida fue permitirle trabajar su personalidad inmadura y sus posturas victimizantes ligadas a una infancia marcada por grandes carencias emocionales. El trabajo resultó insuficiente.
“Nos perdimos una tragedia”
Haré todo lo posible para cambiar, me comprometo a hacer esta terapia”,
gimió de nuevo. Se le acusa de violencia agravada por dos circunstancias: el uso de un arma por destino y la vulnerabilidad de la víctima. La noche del 24 de junio, en la calle des Cordeliers, en Nantes, el hombre empujó al suelo a su nueva pareja antes de tomarle la muleta y golpearla con ella. Alertados por los gritos de la víctima, los testigos intervinieron. Cuando llegó la policía, ya no estaba.
Todo empezó con una foto de la joven cuya postura le desagradaba. Interrogado sobre los golpes propinados, el acusado responde: Es confuso, no lo recuerdo.
Nos perdimos una tragedia”.
regaña Claire Loumadine, la fiscal. Pide una pena de tres años de prisión. Requisiciones extremadamente severas”.
responde Maëva Biger en defensa. Tras la detención policial, su cliente fue puesto en libertad bajo supervisión judicial, con la obligación de contactar con su pareja. El vínculo no duró veinticuatro horas. Estoy embarazada, lo necesito en mi vida”,
manifiesta la joven. En vano. Nicolas Corcy es condenado a dieciocho meses de prisión con orden de encarcelamiento inmediato.