La Cámara de Agricultura y la asociación trufera de Aveyron organizaron una jornada de divulgación en torno a esta seta tan codiciada. En Aveyron se producen 1,5 toneladas cada año y el potencial de aumentar las cosechas es seguro.
En las alturas de Salles-la-Source, los árboles, principalmente robles, están alineados en línea recta y cuidados con esmero. Ayer, durante una jornada organizada por la Cámara de Agricultura y la asociación trufera de Aveyron, una treintena de personas pudieron visitar dos explotaciones truferas y recibir asesoramiento de su operador.
Para Arnaud Cueysse, presidente de la asociación, esta jornada tenía como objetivo sobre todo “divulgar una cultura que puede parecer compleja pero que resulta fascinante”. Muchas de las personas que asistieron a esta jornada “son agricultores interesados en poder desarrollar tierras de difícil explotación. Esto puede ser una fuente de diversificación para algunos”.
El precio del kilo de trufas se menciona a menudo, sobre todo cuando se acercan las vacaciones de fin de año y la demanda es actualmente diez veces mayor que la oferta. “Los precios son inevitablemente altos, pero si esperamos unos meses bajan hasta situarse entre 600 y 800 euros por kilo”, explica Arnaud Cueysse. Sin embargo, “el cultivo de la trufa requiere paciencia. Es una inversión a largo plazo. Se estima que un árbol tarda entre cinco y ocho años en empezar a producir sus primeras setas”.
“Los antiguos sabían dónde encontrarlo en la naturaleza”
En Aveyron, la mayoría de los truficultores son aficionados que han desarrollado una pasión por esta preciosa seta que vive en simbiosis con el árbol. Cada año se extraen del suelo algo más de 1,5 toneladas. En Francia se consumen 80 toneladas cada año. “Nuestro departamento tiene todo el potencial para producir más”, añade Arnaud Cueysse. A menudo pensamos en Lot, que produce alrededor de 3,5 toneladas al año, pero esta producción tiende a disminuir con los años.
Además, Aveyron tiene suelos calizos donde la trufa se adapta especialmente a estos suelos pobres. Y si las famosas setas aún guardan algunos secretos (sobre todo en lo que se refiere a su reproducción), lo cierto es que su cultivo “ha evolucionado mucho a lo largo de los años. Sin embargo, esto requiere trabajos de desmalezado para airear el suelo. Y si su cultivo era un poco perdido en nuestro departamento, había existido y, en cualquier caso, los antiguos sabían dónde encontrarlo en la naturaleza”, afirma Arnaud Cueysse.
Durante todo el año se pueden producir trufas: tuber borchii “trufa blanca”, en primavera: tuber æstivum en verano, tuber uncitanum en otoño y por supuesto la famosa melanosporum, la trufa negra de invierno.
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