Los precios al consumidor subyacentes en Japón aumentaron un 2,5% en mayo con respecto al año anterior, según mostraron los datos del viernes, lo que marca una aceleración con respecto al mes anterior y mantiene al banco central en el camino de una nueva subida de las tasas de interés en los próximos meses.
El aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) básico, que excluye los alimentos frescos volátiles, se comparó con la previsión media del mercado de un aumento del 2,6% y se produjo tras un aumento del 2,2% en abril.
Sin embargo, el índice que excluye los alimentos frescos y el combustible, seguido de cerca por el Banco de Japón como el mejor indicador de la inflación impulsada por la demanda interna, aumentó un 2,1% en mayo respecto al año anterior, lo que representa una desaceleración con respecto al aumento del 2,4% registrado en Abril.
El Banco de Japón puso fin a las tasas negativas y los controles sobre los rendimientos de los bonos en marzo, en un cambio histórico con respecto a un amplio programa de estímulo de una década de duración.
Como la inflación ha superado su objetivo del 2% durante dos años, también ha insinuado que aumentará las tasas de interés a corto plazo a niveles que no enfríen ni sobrecalienten la economía, que según los analistas estarían entre el 1 y el 2%.
Muchos economistas esperan que el BOJ aumente las tasas de interés al 0,25% este año, pero están divididos sobre si el aumento se producirá en julio o más adelante en el año.
El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, dijo que el banco central subiría las tasas si tuviera cada vez más confianza en que la inflación alcanzaría de manera sostenible el 2% gracias a una demanda interna sólida y salarios más altos.
Los recientes signos de debilidad del consumo siguen siendo preocupantes. La economía de Japón se contrajo en el primer trimestre, en parte debido a una caída del 0,7% en el consumo, ya que el aumento del costo de vida disuadió a los hogares de aumentar el gasto. (Reporte de Leika Kihara, Editado por Shri Navaratnam)
