Un hombre de 25 años se arrojó en Odet, en Quimper, este sábado 23 de noviembre, hacia las 13.00 horas, queriendo escapar del control de la policía municipal, según información de Ouest-France. Alrededor de las 12:45 horas, la policía municipal fue llamada al centro de la ciudad por un hombre agitado que molestaba a transeúntes y comerciantes. Se acercan a él para comprobar su identidad. Entonces el joven sale corriendo hacia los muelles del Odet. Los policías municipales lo siguen y llaman a la Policía Nacional para pedir refuerzos. Al llegar al puente Pissette, el hombre se arroja al Odet. Un policía municipal y otro de las fuerzas nacionales a su vez se lanzaron al agua para rescatarlo.
Un cuarto de hora en agua helada.
Consiguen alcanzarlo nadando y controlarlo en el puente Max-Jacob, unos cien metros más allá. Permanecerán así casi un cuarto de hora en el agua helada, aferrados a la orilla. “El hombre, que olía a alcohol, explicó que no quería terminar en una celda de borracho mientras simplemente lo estaban controlando. Tuvo una reacción incomprensible”, explica el comandante Ronan Louarn. Los tres fueron llevados a tierra firme por los bomberos, que acudieron al lugar. El joven, conocido por la policía por estar ebrio en la vía pública, sufrió una hipotermia grave y fue trasladado al centro hospitalario de Quimper. Los dos policías, que padecían una ligera hipotermia, fueron atendidos por los bomberos. “El hombre nadó con mucha dificultad y el agua estaba muy fría. Podría haber acabado mal”, señala el comandante de la policía.
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