Rudy Demotte también reacciona a la elección de los nuevos diputados elegidos por el PS, dos hombres, Eric Massin (Charleroi) y Pascal Lafosse (Mons): “De dos representantes del PS, no hay lugar para una mujer socialista en el ejecutivo provincial, en total irrespeto a la paridad de género que defiende nuestro partido. Ninguna recomendación, ninguna intervención del partido a nivel francófono. Nos lavamos las manos. Los Poncio Pilates se reconocerán entre sí.“
El problema sigue siendo el mismo que durante las primeras intenciones del pacto mayoritario: un equilibrio de poder desigual entre las diferentes federaciones del PS de Hainaut. “En cuanto a Picardía Valonia, hablemos de ello.continúa Rudy Demotte. Nuestra federación (al igual que el Centro) se vendió con descuento en beneficio de las poderosas federaciones de Mons-Borinage y Charleroi. La dominación es total, implacable y el resultado es claro: toda otra expresión, toda voz alternativa, ha sido aplastada. Pero tengamos cuidado con estas poderosas federaciones, sus bastiones se están perdiendo en los flancos.“
El ex ministro presidente de la Federación Valonia-Bruselas cree que el futuro de su partido podría ser muy oscuro. Termina: “El Partido Socialista, que he defendido durante mucho tiempo y que creía que tenía un proyecto real de futuro para todos, ahora parece estar en una pendiente peligrosa. Se está volviendo común, incluso angustioso decirlo, que la lucha por los lugares ha reemplazado claramente a la lucha de clases, desafiando los valores fundacionales del socialismo. Personas modestas, trabajadores, activistas sinceros son sacrificados para garantizar los ingresos de un pequeño círculo de privilegiados intransigentes. Es indigno. Esto es despectivo hacia los votantes y políticamente suicida. El Partido Socialista no ha terminado su descenso a los infiernos y, a este ritmo, es seguro que seguirá perdiendo la confianza de aquellos a quienes se supone que representa. Queda una pregunta que me preocupa: ¿qué futuro le queda a un partido que olvida sus fundamentos y pisotea sus propios valores en aras de los juegos políticos? Si cree que puede salvarse mañana cambiando su nombre o su apariencia, piénselo de nuevo. Su karma político lo perseguirá. Sigo siendo profundamente socialista. No me reconozco en el partido al que pertenezco desde hace 45 años. Lamento, aunque comprendo, la decisión de Laetitia. Su partida deja paso a quienes no lo merecen. Laetitia se lleva la esperanza con ella. Y con ello muchos fieles, simpatizantes y votantes que ya no confiarán en el grupo político que lo traicionó.“