Se espera que la fruta amarilla rompa un nuevo récord de consumo en Francia este año. Pero el futuro del sector es problemático en un contexto de calentamiento global.
¿Qué futuro exportador tiene esta fruta del fin del mundo? El plátano, popular y todavía asequible, debería batir un nuevo récord de consumo en Francia este año, con 750.000 toneladas, pero el sector ve un futuro complicado en un contexto de calentamiento global. Entre 2020 y 2024, la compra de plátanos aumentó un 6% en Francia, donde en 2023-24 se convirtió en la primera fruta consumida, por delante de la manzana, según Kantar. “La elección de los distribuidores de fijar el precio la mayor parte del tiempo en menos de 1,99 euros el kilo tiene su papel”en un contexto general de inflación, explica Philippe Pons, presidente de la Asociación Interprofesional del Banano (AIB).
Francia, con 11,5 kg consumidos por habitante, todavía tiene margen de mejora en comparación con el resto de Europa, con 12,7 kg. Pero al mismo tiempo, el sector observa una contracción en el mercado global (que caerá por debajo de los 20 millones de toneladas exportadas en 2023) y teme un futuro complicado. “El plátano ha entrado en una fase de cambio, limitado por factores globales. El desafío es mantener su accesibilidad, en un contexto donde los riesgos y cambios son significativos”dice Philippe Pons.
Los costes de producción se dispararon después de 2020 y, aunque han disminuido desde entonces, no han vuelto a su nivel anterior a la pandemia: insumos, energía (para el transporte, pero también el centenar de plantas de maduración instaladas en Francia cerca de las ciudades), cartón (para transportar plátanos)… El sector está golpeado por el calentamiento global en todas sus zonas, Antillas, África, América Latina, entre precipitaciones descontroladas, temperaturas extremas, ciclones más intensos. El transporte en sí se ve obstaculizado cuando las esclusas superiores del Canal de Panamá ya no tienen suficiente suministro de agua. Así, en Ecuador, primer proveedor europeo, los productores han “gran izquierda” plátano en favor de otros cultivos desde 2022, reduciendo las exportaciones del país entre un 15 y un 20%, explicamos a la AIB.
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«Defectos visuales»
Entonces, ¿puede esta fruta del Sur seguir siendo dominante en los lineales del Norte? Sus defensores enumeran sus ventajas: 30 toneladas por hectárea, pequeña superficie, vector de desarrollo local… “Siempre que encontremos un camino a seguir en términos de adaptación y un sistema sostenible”, explica François-Xavier Côte, agrofisiólogo del Cirad, centro de investigación en agronomía tropical, invitado por la AIB para ofrecer una visión general de las soluciones. El sector asegura su compromiso con la sostenibilidad.
Si bien la historia del plátano sigue marcada por algunos usos pasados (como el uso, hasta los años 1990, del nocivo pesticida clordecona en las Indias Occidentales), lo ecológico se ha desarrollado en los últimos 10 años, alcanzando el 14% del plátano en Francia. Volumen de plátanos vendidos (19% en valor). Lo ecológico no es una opción en las zonas más húmedas, propensas a enfermedades fúngicas, explica Xavier Côte. Pero existe una gama de soluciones, enumera: proporcionar cobertura vegetal en lugar de suelo desnudo, corte mecánico en lugar de herbicidas, trampas para los gorgojos en lugar de insecticidas, barbechos para limpiar el suelo antes de plantar una planta sana producida en laboratorio…
“También estamos preparando el desarrollo de nuevas variedades, destinadas a resistir enfermedades y diversificarse” un producto tanto más vulnerable cuanto que hoy en día el comercio se basa en gran medida en una sola variedad, Cavendish. “Es muy complicado mejorar el plátano: no hay semillas, hay que partir de variedades silvestres y pocos genetistas en el mundo trabajan en esto”unos veinte años, subraya Xavier Côte. Esto tiene costos: “¿Quién los cuida? En productos procesados de alto valor agregado como el café, existe un importante margen de maniobra. Sobre el plátano surge la pregunta”.
Philippe Pons pide “una responsabilidad compartida”tiene “el compromiso de todos los actores”. Entre las vías, el sector quiere limitar el desperdicio, ya reducido por el aumento de los plátanos vendidos atados con una cinta. También dialoga con los principales minoristas. “para que los pliegos sean más amplios sobre la aceptación de frutas”alentado por el éxito en España del plátano canario y su “defectos visuales”.