Los ataques israelíes del jueves dejaron decenas de muertos y desaparecidos en la Franja de Gaza, devastada por más de un año de guerra entre el ejército israelí y el movimiento islamista palestino Hamás.
Desencadenada el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de escala sin precedentes por parte de Hamás en suelo israelí, la guerra en Gaza se extendió al Líbano, donde el movimiento proiraní Hezbolá abrió un “frente de apoyo” al movimiento palestino contra Israel.
Después de las conversaciones en Beirut para lograr una tregua entre el ejército israelí y Hezbolá, el enviado especial del presidente estadounidense, Amos Hochstein, se reunirá el jueves en Israel con el Primer Ministro Benjamín Netanyahu.
En la Franja de Gaza, la Defensa Civil anunció el jueves la muerte de 22 personas durante la noche a causa de un ataque israelí contra una casa en Sheikh Radwan, un barrio de la ciudad de Gaza.
“Aquí hay un mártir y un cuerpo decapitado. No sabemos quién es hasta ahora”, dijo a la AFPTV Moataz Al-Arouqi, un palestino del barrio.
Otro ataque ocurrido alrededor de medianoche en la zona de Beit Lahia y Jabalia dejó decenas de muertos y desaparecidos, según fuentes médicas.
“Los cadáveres llegan al hospital hechos jirones”, dijo a la AFP Hossam Abou Safiyeh, director del establecimiento Kamal Adwa, cerca del cual tuvo lugar el ataque, añadiendo que el sistema sanitario estaba “sobre el terreno en el norte de Gaza”.
Órdenes de arresto internacionales
La guerra en territorio palestino fue lanzada en respuesta al ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, que provocó la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales, incluidos rehenes asesinados o fallecidos en cautiverio.
Ese día fueron secuestradas 251 personas. En total, 97 permanecen rehenes en Gaza, 34 de ellos declarados muertos por el ejército.
En represalia, el ejército israelí lanzó una campaña de bombardeos masivos seguida de una ofensiva terrestre en Gaza, que dejó al menos 44.056 muertos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, considerados fiables por la ONU.
Estados Unidos, aliado de Israel, impidió el miércoles que el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera un alto el fuego en Gaza, a pesar de los llamados internacionales para poner fin al conflicto.
El jueves, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto “por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra” contra Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant.
El Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, acusó inmediatamente a la CPI de haber “perdido toda legitimidad” con sus órdenes de detención, que consideró “absurdas”.
El Tribunal emitió otra para Mohammed Deif, jefe del brazo armado de Hamás considerado uno de los autores intelectuales del ataque del 7 de octubre, a quien el ejército israelí anunció que había matado este verano pero cuya muerte no ha sido confirmada por el movimiento.
“Cese total de la agresión”
En el Líbano, Israel y Hezbollah entraron en guerra abierta el 23 de septiembre después de un año de fuego transfronterizo, y el ejército israelí lleva a cabo incursiones en el sur del país desde el 30 de septiembre.
Israel dice que quiere distanciar a Hezbollah de las regiones fronterizas del sur del Líbano para permitir el regreso de unos 60.000 residentes del norte de Israel desplazados por el fuego del movimiento. En el Líbano, decenas de miles de residentes también han sido desplazados.
La embajadora estadounidense en Beirut, Lisa Johnson, presentó el pasado jueves al primer ministro libanés, Najib Mikati, y al presidente del Parlamento, Nabih Berri, un plan de 13 puntos que prevé una tregua de 60 días y el despliegue del ejército en el sur Líbano.
En este contexto, el enviado Amos Hochstein viajó el martes a Beirut, donde declaró que una solución estaba “al alcance”, pero que correspondía a los beligerantes “decidir”.
Israel “no puede imponernos sus condiciones”, advirtió el miércoles el líder de Hezbolá, Naïm Qassem, y afirmó que exige “un fin total a la agresión” en el Líbano.
Netanyahu advirtió el lunes que Israel “llevará a cabo operaciones militares” contra Hezbollah incluso en caso de una tregua.
Un muerto en Israel
Mientras tanto, continúan los bombardeos israelíes en el Líbano contra los bastiones de Hezbollah. Nuevos ataques tuvieron como objetivo los suburbios del sur de Beirut el jueves por la mañana, poco después de un llamado del ejército israelí para evacuar.
El portavoz del ejército israelí afirmó que había atacado “centros de mando y estructuras militares” de Hezbollah, que afirmó haber lanzado misiles contra una base aérea cerca de Ashdod, su primer ataque en el sur de Israel.
Varios sectores del sur del Líbano también fueron atacados, en particular la ciudad de Khiam, situada a unos seis kilómetros de la frontera, donde la víspera estallaron enfrentamientos entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, según la Agencia Nacional de Información libanesa.
El jueves por la mañana, el portavoz del ejército en lengua árabe, Avichay Adraee, hizo llamamientos para evacuar a los residentes de tres zonas cercanas a la ciudad sureña de Tiro.
Los servicios de emergencia israelíes, por su parte, anunciaron que un hombre de 30 años había muerto tras resultar herido tras el disparo de un proyectil en Galilea, en el norte de Israel.
La violencia entre Israel y Hezbolá ha causado al menos 3.558 muertes en el Líbano desde octubre de 2023, la mayoría desde el inicio de la masiva campaña de bombardeos israelíes el 23 de septiembre. Del lado israelí, 82 soldados y 47 civiles murieron en 13 meses.
