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Esta “aportación solidaria” debería aportar 2.500 millones de euros cada año al sector de la autonomía.
¿Hacer que todos los trabajadores trabajen sin paga siete horas más al año para rescatar la Seguridad Social? Se trata de la medida de choque adoptada el miércoles por el Senado, que aboga por esta “contribución solidaria” que aportará 2.500 millones de euros cada año al sector de la autonomía.
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Luego de extensos debates en el marco del presupuesto de la Seguridad Social para 2025, la cámara alta aprobó por 216 votos contra 119 esta medida, que se sumaría a la “Día de la solidaridad” ya practicado y dirigido a la vejez y la discapacidad.
“No hacemos esta propuesta a la ligera”, pero “hoy debemos encontrar la manera” de “financiar el muro de la tercera edad, el cambio residencial y la transformación de nuestras residencias de ancianos”, insistió la senadora centrista Elisabeth Doineau.
Una medida aún por debatir
El Gobierno se mostró desfavorable a esta propuesta “en este momento”, pero abierto a “reelaborarla” con los interlocutores sociales.
La medida no es definitiva en este momento, ni mucho menos: será debatida la próxima semana en una comisión mixta que reunirá a diputados y senadores, responsables de encontrar un compromiso sobre este texto prometió 49,3 durante su última visita a la Asamblea Nacional.
Pero la Alta Asamblea y su alianza mayoritaria de derecha y centro, valioso apoyo del gobierno de Michel Barnier, quisieron dejar su huella en los inflamables debates presupuestarios del otoño, mientras el gobierno busca 60 mil millones de euros para cubrir el déficit.
Un “ataque al mundo laboral”
El texto del Senado se hace eco del debate sobre la eliminación de un día festivo –una propuesta de larga data del Senado– pero propone un dispositivo más “flexible”que deja en manos de los interlocutores sociales la determinación de los plazos de aplicación (un día al año, “diez minutos por semana”, “dos minutos por día”…).
A cambio de esta “contribución solidaria a través del trabajo” –la fórmula encontrada por sus creadores– los empleadores verían su tasa de contribución solidaria para la autonomía pasar del 0,3% al 0,6%.
La izquierda se indignó ante la propuesta y criticó, por ejemplo, “un ataque infernal al mundo laboral”, según la senadora comunista Cathy Abourceau-Poly, que respondió con un toque de sarcasmo proponiendo una “jornada solidaria del dividendo” para que los accionistas contribuyeran . En vano.