Dos nonagenarios, que viven en una casa de retiro en Austin (en Texas, Estados Unidos), se casaron el 1 de noviembre.
Jo Cartwright, de 96 años, y Bernard Snyder, dos años mayor, estaban lejos de imaginar que el amor volvería a sacudir sus vidas. Los dos nonagenarios, que viven en la misma residencia de ancianos y son ambos viudos, han decidido concretar su amor en matrimonio.
“Dondequiera que yo estuviera, él estaba allí”
Jo Cartwright perdió a su marido en 2014 y la esposa de Bernard murió el año pasado, informa el Correo de Washington. Jo explicó a los medios que le conmovió ver cómo se expresaba la amabilidad de Bernard hacia la mujer que había sido su esposa durante 73 años. De hecho, quedó “impresionada por la dulzura y la bondad que mostró hacia ella”.
Cuando el amor a primera vista golpeó el corazón de Bernard, se sorprendió mucho de que algo así pudiera volver a sucederle. “Realmente nos enamoramos. No sabía que esto podría volver a suceder”, dijo al diario estadounidense.
Jo empezó a preguntarse cuando vio lo insistentes que eran a veces las miradas de Bernard. “Dondequiera que yo estuviera, él estaba allí”, dijo. Noticias KUT. Y agregó: “Miré hacia arriba y ahí estaba él. Pensé: ‘Tal vez le gusto un poco a este hombre’. »
Bernard decide dar el primer paso.
Luego, el pasado mes de enero, Bernard decidió dar el primer paso invitando a la de su corazón a celebrar su cumpleaños. Una vez más, el comportamiento de este veterano de la Segunda Guerra Mundial no pasó desapercibido para el nonagenario. “Estaba muy consciente, en su fiesta de cumpleaños, de que él seguía mirándome”, dijo además al Correo de Washington.
Un día, encontró un ramo de flores y un tarro de helado afuera de la puerta de su habitación. Luego, los dos tortolitos realizaron diversas salidas y veladas románticas y poco a poco se fueron acercando, y Jo se sintió “conmovida” por las numerosas atenciones de su pretendiente.
Naturalmente, la joven pareja decidió unir sus corazones en matrimonio, no sin haber obtenido el consentimiento de sus respectivas familias. Los dos nonagenarios celebraron su boda en Austin el 1 de noviembre.
“La conclusión de esta historia es que es posible volver a amar”
Chuck Borst, director de la residencia de ancianos, dijo Correo de Washington que sus residentes y asociados “encontraron su amor y relación muy reconfortantes e inspiradores”. Pero si la joven pareja es una gran fuente de inspiración para todas estas personas es, sobre todo, porque cada uno siente una admiración ilimitada por el otro.
Bernard considera que su esposa es “la persona más cálida y amable que jamás haya visto”, y Jo describe a su marido como un hombre “precioso, querido, amable, muy afectuoso y atento”, un regalo del cielo que no esperaba, especialmente a los 96 años.
La joven pareja, que actualmente vive separada, planea mudarse “a un lugar lo suficientemente grande” para acomodar todas sus pertenencias. “La conclusión de esta historia es que es posible volver a amar”, concluyó Jo Cartwright en las columnas de Noticias KUTdeseando dejar un mensaje de esperanza para todos aquellos que piensan que a una edad avanzada la época del amor se acaba.
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