Battikh menciona ahora a Mila y, en primer lugar, a su marido, que no quería estar allí. “No está dispuesto a perdonar. Tuvo la decencia de no estar presente”, subraya el abogado. En cuanto a Mila, presente en la audiencia y que perdió a su bebé por nacer, el abogado subraya que sufrió “múltiples fracturas, que podrían haberla dejado tetrapléjica. Un episodio depresivo y postraumático, que sufrió durante los soldados estadounidenses que regresaban de la guerra”, ilustra para subrayar el sufrimiento de su cliente.
Luego destaca el destino roto de Soline, el nombre que Mila y su marido iban a poner a su pequeña hija por nacer, a pesar de que estaba embarazada de seis meses y medio en el momento del accidente. Ella “fue privada de ello. Privada de un primer paso, de una primera palabra. De la adolescencia, de los primeros amores. Nunca los experimentará, como tampoco su madre. Mila no imaginó ese día, dar a luz a la muerte”, lamenta el abogado.
Luego regresa al vacío legal que rodea la pérdida de un bebé por nacer. “Cuando pierdes a tus padres, lo llamas huérfano, pero cuando pierdes a tu hijo, no hay palabras y cuando pierdes un feto, no hay ley”, continúa el abogado.
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