En las últimas semanas los volúmenes ofertados en los mercados han ido disminuyendo, lo que está provocando dificultades de suministro en determinados mataderos. El sector francés tiene escasez de corderos y no se cumplen todos los pedidos de los clientes. Las importaciones británicas están presentes. Sus precios son competitivos, pero los trayectos en Nueva Zelanda deberían serlo más para las vacaciones de fin de año. Estas patas ya se encuentran en cámaras frigoríficas con procesos de conservación a largo plazo. Algunas tiendas optan por ofrecer carne importada, por un lado para evitar tener un espacio reducido en los lineales y, por otro, para ofrecer precios más atractivos para los consumidores.
La actividad comercial sigue dinámica y los precios se mantienen elevados. En el mercado de Parthenay, los corderos E se valoran entre 5,40 y 5,90 €/kg vivo y los corderos U rondan los 5,30 €/kg vivo. Esta dinámica comercial también se observa en todos los diales. En Châteaumeillant, los corderos que pesan entre 38 y 44 kg se venden a una media de 5,55 €/kg vivo. Los mataderos esperan el primer latón en la próxima quincena para aumentar la oferta y estabilizar los precios de cara a las vacaciones de fin de año.
En el caso del ganado ovino, la disponibilidad sigue siendo apenas suficiente para cubrir la demanda. El comercio es muy fluido con una fácil renovación de los precios de las buenas ovejas pesadas que se valoran en los mercados entre 1,80 y 2,20 €/kg viva y entre 1,00 y 1,50 €/kg viva las normales.