El gobierno danés presentará próximamente una ley destinada, en particular, a gravar las emisiones de metano (un gas de efecto invernadero) procedentes de la ganadería. Una primicia mundial hecha posible gracias a meses de negociaciones sobre el tema. Comenzaron en junio de 2024 entre varios partidos políticos y organizaciones agrícolas y ambientalistas. El objetivo era acordar un impuesto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura, informa el medio danés Copenhagen Post el 18 de noviembre.
Una de las medidas clave de este ambicioso plan es gravar el metano (CH4) que emiten los rumiantes. De aquí a 2030, cada tonelada de metano emitida por vacas y cerdos se gravará con 300 coronas (o unos cuarenta euros). En 2035, este impuesto aumentará a 750 coronas por tonelada.
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Según el Copenhagen Post citando el documento firmado, “ Dinamarca tiene potencial para reducir sus emisiones de CO2 en 2,6 millones de toneladas de CO2 para 2023 “. De hecho, además de gravar los gases de efecto invernadero procedentes de la ganadería, Dinamarca también quiere reducir las emisiones de nitrógeno a la naturaleza y comprometerse con un amplio plan de renaturalización.
Más allá de un impuesto fijo sobre la cría, un plan de renaturalización
La agricultura ocupa el 60% del territorio danés, lo que lo convierte en uno de los países con mayor proporción de superficie dedicada a esta actividad en el mundo. Los partidos daneses acordaron reducir esta superficie mediante la compra de tierras agrícolas. El plan prevé plantar 250.000 hectáreas de bosque, restaurar humedales, incluidas 140.000 hectáreas de marismas actualmente cultivadas, y crear cinco nuevos parques nacionales.
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El acuerdo” muestra la voluntad del país de actuar”, según el ministro danés del Clima, Lars Aagaard, citado por la BBC. Los medios señalan que el acuerdo sobre el plan de medidas climáticas en la agricultura se basa en un amplio consenso democrático para anclar estas decisiones en el tiempo y reducir el riesgo de disputas posteriores. Según el ministro, “ También muestra que el modelo danés, que se basa en la búsqueda de la mayor mayoría posible en el parlamento y la participación del sector afectado por los impuestos y las organizaciones medioambientales, puede beneficiar a todos. El resto del mundo podría inspirarse en este enfoque cooperativo para combatir el cambio climático. »
Julien Leprovost
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