El futuro del suministro de gas en Europa

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Información clave

  • Europa ha buscado activamente proveedores alternativos de gas natural, reduciendo su dependencia de las importaciones rusas a través de Ucrania del 11 por ciento al 5 por ciento.
  • Algunos países europeos como Eslovaquia y Austria han aumentado sus importaciones desde Rusia, una medida que, según los analistas, puede requerir el establecimiento de rutas marítimas alternativas en el futuro.
  • Estados Unidos podría potencialmente llenar el vacío aumentando sus exportaciones de GNL a Europa, lo que se discutió en una conversación entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

La rescisión del contrato de tránsito de gas natural ruso por parte de Ucrania el 1 de enero de 2025 remodelará significativamente el panorama energético de Europa. Mientras el Kremlin pide una prórroga e insta a las naciones europeas a influir en Ucrania, Kiev se mantiene firme en su negativa.

Antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, el gas natural ruso era la piedra angular de la seguridad energética europea. Sin embargo, la interrupción por parte de Moscú de las entregas de 80 mil millones de metros cúbicos de gas en respuesta a sanciones y disputas de pago asestó un duro golpe a la economía europea, cuyas repercusiones aún se sienten hoy.

Esfuerzos de diversificación de la UE

Desde 2021, Europa ha buscado activamente proveedores alternativos de gas natural, reduciendo su dependencia de las importaciones rusas a través de Ucrania del 11 por ciento al 5 por ciento. Esta diversificación ha sido impulsada por diferentes niveles de compromiso entre los países de la UE. Alemania y la República Checa han invertido rápidamente en terminales de gas natural licuado (GNL), mientras que otros, como Hungría, han redoblado su dependencia de Rusia.

Eslovaquia y Austria incluso han aumentado sus importaciones desde Rusia, una medida que, según los analistas, puede requerir el establecimiento de otras rutas en el futuro. Turquía es actualmente el único oleoducto operativo para la energía rusa hacia Europa, fuera de Ucrania.

Desafíos por delante

Si algunas naciones europeas prefieren mantener los envíos de gas ruso a través de Ucrania, es difícil llegar a un consenso dentro de la UE. Sin embargo, los expertos dicen que confían en la voluntad política y las capacidades de la cadena de suministro de Europa para completar con éxito esta transición desde los gasoductos ucranianos hacia el gas ruso.

Algunos piden una acción más firme de la UE para desalentar la dependencia del gas ruso barato mediante la implementación de objetivos vinculantes para la eliminación gradual de las importaciones por gasoductos. Esto fomentaría la inversión en proyectos de energía alternativa para satisfacer de forma fiable la demanda europea.

Participación de Estados Unidos

Aunque Rusia ha compensado parcialmente la disminución de las exportaciones por gasoductos a Europa con entregas de GNL, parece poco probable una mayor expansión debido a las sanciones occidentales. Las limitaciones actuales de la infraestructura hacen que sea poco probable una compensación total por la capacidad perdida del oleoducto.

Estados Unidos podría potencialmente llenar el vacío aumentando sus exportaciones de GNL a Europa, una posibilidad planteada durante una conversación reciente entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

El futuro incierto de Ucrania

Ucrania enfrenta sus propias complejidades a medida que finaliza el tránsito de gas ruso por su territorio. La inminente rescisión del contrato ha aumentado los temores de posibles ataques rusos a la infraestructura energética de Ucrania. Encontrar otros usos comerciales para su inactiva red de gasoductos sigue siendo un desafío, y los acuerdos propuestos con Azerbaiyán finalmente resultaron infructuosos.

Los analistas señalan que cualquier acuerdo que no llegue a detener completamente el tránsito de gas ruso a través de Ucrania enviaría una señal negativa a Europa, lo que podría alentar a otros países a reanudar las importaciones a través de gasoductos como Nord Stream. Sin embargo, los expertos creen que la falta de consenso político en Alemania sobre las importaciones de gas ruso reduce la probabilidad de que se produzca tal escenario. Un acuerdo que prevea entregas de terceros a través de los oleoductos de Ucrania podría beneficiar a todas las partes e impulsar el interés comercial en la infraestructura de Ucrania.

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