“Estaremos al lado” de los ucranianos “mientras sea necesario”, prometió por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras los ataques de la noche del sábado al domingo calificados de “inaceptables” por el secretario general de la ONU, Antonio. Guterres que dejó diez muertos y una veintena de heridos.
El domingo por la tarde, ocho personas, entre ellas dos niños, murieron y al menos otras diez resultaron heridas en un nuevo atentado, esta vez en una zona residencial de Sumy, ciudad del noreste de Ucrania, anunció el ministro del Interior, Igor Klymenko.
“Los criminales deben ser castigados por matar a personas inocentes”, respondió el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Misiles americanos de largo alcance.
En este contexto, Washington ha autorizado a Ucrania a disparar misiles de largo alcance entregados por Estados Unidos en territorio ruso, afirmó el domingo a la AFP un responsable estadounidense.
El presidente Joe Biden habría accedido así a una petición dirigida reiteradamente de forma urgente por Kiev, marcando un importante punto de inflexión estratégico poco antes de su salida de la Casa Blanca y del regreso de Donald Trump, muy crítico con la ayuda de su país a Ucrania.
De hecho, Volodymyr Zelensky lleva meses exigiendo permiso para utilizar Storm Shadows británicos y ATACMS estadounidenses para alcanzar objetivos más dentro del territorio ruso.
Pero recibió la noticia del domingo con cautela.
Recordando la importancia de la “capacidad de largo alcance” de su ejército, se limitó a añadir: “Hoy, muchos medios informan que hemos recibido autorización para tomar las medidas adecuadas”.
Con estos misiles con un alcance máximo de varios cientos de kilómetros, Ucrania podría atacar sitios logísticos de las fuerzas rusas y aeródromos desde donde despegan sus bombarderos.
“A la entrada de las tropas norcoreanas en la guerra y al ataque masivo con misiles rusos, el presidente Biden respondió con un lenguaje que V. Putin entiende”, comentó el jefe de la diplomacia polaca Radoslaw Sikorski.
Ataques mortales
“Un ataque combinado masivo tuvo como objetivo todas las regiones de Ucrania” y “nuestra infraestructura energética”, denunció Volodymyr Zelensky, informando de 120 misiles disparados y 90 drones lanzados durante la noche del sábado al domingo.
Fue una “noche infernal”, afirmó el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yurii Ignat, según el cual las defensas antiaéreas derribaron 144 de estos aparatos, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiga, habló de “uno de los “Los mayores ataques aéreos” lanzados por Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, afirmó que se habían alcanzado “todos” los objetivos, “las infraestructuras energéticas esenciales”.
Rusia, al aumentar sus ataques con drones y misiles, ya ha destruido la mitad de la capacidad energética de Ucrania, afirma Kiev.
Como resultado, el lunes se limitará el consumo de electricidad en todas las regiones de Ucrania, según el administrador de red Ukrenergo.
Este es el décimo gran ataque contra la infraestructura energética de Ucrania desde principios de año, señaló.
Putin quiere “intensificar los combates”, dice Macron
Misiles y drones rusos incluso alcanzaron Transcarpatia, una región que rara vez es atacada en el extremo occidental de Ucrania, lejos del frente y fronteriza con Polonia y Hungría.
Polonia anunció el domingo que había despegado aviones de combate y movilizado fuerzas para defender su territorio, procedimiento habitual en caso de peligro cerca de sus fronteras.
Después de esta ofensiva, “creo que está claro que las intenciones del presidente Putin son intensificar” los combates, afirmó Emmanuel Macron en Buenos Aires. “Sean cuales sean sus declaraciones, no quiere la paz y no está dispuesto a negociarla”, prosiguió el presidente francés, que no descartó volver a contactar con su homólogo ruso, pero sólo cuando el “contexto” lo permita.
En este sentido, el ministro ucraniano, Andriï Sybiga, consideró que los atentados del domingo constituyeron la “respuesta real” del jefe de Estado ruso a los dirigentes que “le llamaron o visitaron” en los últimos tiempos.
De hecho, el canciller alemán Olaf Scholz mantuvo una conversación telefónica con Vladimir Putin el viernes, por primera vez desde diciembre de 2022, y el presidente Zelensky lo acusó de haber abierto la “caja de Pandora”.
Scholz, por su parte, reafirmó el domingo su apoyo a Ucrania y aseguró que “no se tomará ninguna decisión” sin él, mientras que el primer ministro británico, Keir Starmer, “no tiene intención de hablar” con el presidente ruso.