El juicio tuvo lugar ante el juez Richard Daoust del Tribunal de Quebec, sala penal. La mujer optó por no ser representada por un abogado mientras enfrentaba un grave cargo de amenaza de muerte, además de causar lesiones corporales a la trabajadora social Nancy Poulin.
Según se pudo conocer durante el juicio, la disputa entre la familia y el PDJ se remonta a mucho tiempo atrás, incluso antes de los hechos por los que la abuela se encontró ante el juez Daoust.
Los hechos por los que fue imputada esta mujer ocurrieron el 14 de febrero de 2023, más o menos dos meses después del nacimiento del hijo de su hija. El PDJ ya le había quitado el niño a la madre cuando ésta salió del hospital. La intervención de la policía fue necesaria en ese momento para garantizar la seguridad de todos.
El 14 de febrero de 2023, la abuela y su hija fueron citadas ante el PDJ. Según las pruebas aportadas, y debido al carácter explosivo de este expediente en concreto, el jefe del departamento de trabajadores sociales está al tanto de los hechos, al igual que la directora regional del PDJ, Sylvie Gaudreault. La abuela llega al Centro Juvenil del PDJ con su hija. Los oradores acordaron entonces que la abuela no podría acompañar a su hija.
Vídeos en TikTok
Aún según las pruebas, la abuela rompió la confidencialidad del expediente al difundir numerosos mensajes en la red social TikTok. En estos mensajes, atacó al PDJ y a los profesionales. Los fiscales del PDJ incluso le enviaron una notificación formal para detener las violaciones de la confidencialidad y así proteger la identidad del niño.
Durante la reunión de febrero de 2023, los ponentes preparan la reunión y aseguran la presencia de compañeros en la recepción como medida de seguridad. La abuela y su hija llegan al PDJ y ocupan su lugar en la sala de espera. Los dos trabajadores sociales vienen a recoger a la madre del niño y le informan a la abuela que no asistirá a la reunión.
La madre sigue a los trabajadores sociales a una habitación para una breve reunión. Es al salir del local cuando sube el tono. La abuela amenaza a los trabajadores sociales con perder sus puestos de trabajo. También hace el gesto mientras mira a Nancy Poulin de que le va a cortar el cuello pasándose la mano por la garganta. Según los indicios, la abuela hizo este gesto varias veces antes de abandonar el edificio, testificó la trabajadora social Amélie Dassylva, que participó en la reunión.
En una grabación presentada como prueba por la abuela, se escucha a ésta decirle claramente a su hija “con este cáliz se va a quedar sin trabajo”. La sentencia fue recogida por el juez Daoust en su decisión.
Durante su testimonio, la trabajadora social Nancy Poulin explicó al juez que esta es la primera vez en 21 años de intervención que tiene que acudir a los tribunales por amenazas. Esta última también mencionó que tenía temores de encontrarse con la abuela, sobre todo porque ésta sabía dónde vivía.
El juez Daoust evitó durante todo el proceso cualquier mención o evaluación del trabajo realizado por los trabajadores sociales que condujo a la separación del niño de su madre. Por otro lado, durante su testimonio, la víctima confirmó que se llevó a cabo una investigación por parte de su colegio profesional y que no se encontró ninguna falta en relación con el trabajo realizado en este caso.
“Me levanto todas las mañanas para ayudar a los niños”, dijo Nancy Poulin durante su testimonio.
Teoría de la conspiración
La abuela, por su parte, volvió varias veces a una teoría de conspiración contra su familia. El viernes, tras escuchar el veredicto del juez Daoust, habló de otra conspiración y cuestionó la decisión del tribunal.
La abuela finalmente entendió que era culpable. Pidió al juez que la enviara directamente a la cárcel por unos días. El juez Daoust y yo Marie-Ève Saint-Cyr de la Corona demostraron mucha paciencia al llegar a una sentencia de tres meses en la comunidad, acompañada de dos años de libertad condicional.
Una de las condiciones, durante la detención y los dos años de libertad condicional, es que la abuela no tenga derecho a atacar al PDJ en las redes sociales, incluido TikTok. Al salir del tribunal, la abuela espetó “nos volveremos a ver”.
La abogada de la DPCP, Marie-Ève St-Cyr, se mostró satisfecha con la sentencia. Según ella, era importante enviar un mensaje claro a la sociedad de que los profesionales del PDJ hacen un trabajo importante y que tienen derecho a poder ejercer su profesión libremente sin ser amenazados de muerte como fue el caso del 14 de febrero. 2023.
Nancy Poulin, por su parte, se mostró especialmente satisfecha de que el juez creyera su testimonio.
Según la trabajadora social, también debe servir de ejemplo para que la población comprenda el entorno en el que se desempeñan los profesionales del DYP. Situaciones como las vividas durante los acontecimientos de febrero no son raras, según Nancy Poulin. Habló por sí misma y también por sus compañeros que tienen que vivir en el mismo entorno a diario.