El arbitraje inglés atraviesa una nueva zona de turbulencias. David Coote, uno de los árbitros más experimentados de la Premier League, se encuentra en el centro de un escándalo que podría acabar con su carrera. Un vídeo comprometedor que lo muestra en una situación sospechosa e insultando al ex entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, ha causado conmoción en el mundo del fútbol inglés. Posteriormente, otra secuencia difundida por la prensa lo muestra oliendo un polvo blanco, antes de que lo indiquen los medios. el solun partido de Copa de la Liga.
David Coote es uno de los árbitros mejor pagados de la Premier League, liga que destaca por los generosos salarios que otorga a sus directivos. Según cifras reveladas por El espejolos árbitros de élite ingleses ganan entre 73.000 y 147.000 libras esterlinas (87.400 a 176.000 euros) al año, a lo que se suman 1.116 libras (1.336 euros) por partido arbitrado y primas por rendimiento. Coote, como árbitro senior, recibiría unas 100.000 libras esterlinas (120.000 euros) al año, un nivel similar al de ex funcionarios como Mike Dean.
¿Hacia un pronto final de la carrera del árbitro David Coote?
Sin embargo, los beneficios de este estatus privilegiado se ven ahora eclipsados por las graves acusaciones en su contra. Si el vídeo resulta ser auténtico, Coote podría ser suspendido a largo plazo o incluso despedido por las autoridades de arbitraje inglesas, la PGMOL (Professional Game Match Officials Limited).
Las reacciones a este escándalo no se hicieron esperar. Figuras del fútbol como Gary Neville, Roy Keane, Jamie Carragher e Ian Wright han expresado opiniones diferentes sobre el futuro de Coote. Si algunos, como Neville y Keane, creen que una suspensión sería suficiente, Carragher y Wright consideran improbable su regreso a los campos de la Premier League.
Al mismo tiempo, las autoridades del fútbol, en particular la FA y la UEFA, han abierto investigaciones para aclarar estas acusaciones. El técnico del PGMOL, Howard Webb, también ha enfrentado críticas por el manejo de los árbitros, habiendo admitido recientemente un error del VAR en un partido entre Manchester United y West Ham.