“La langosta dorada es una langosta azul como la que conocemos aquí en las costas bretonas, con una pequeña diferencia genética. Mi compañero tuvo la suerte de pescar una el pasado 5 de agosto en la punta de Pern, frente a la costa de Ouessant, ya que se cree que hay una entre treinta millones de langostas. También hay langostas de color azul eléctrico y langostas albinas a las que llamamos langostas. langosta fantasma, pero la langosta dorada es la más rara y es la que pescamos”, explica Ondina Morín, Ouessantine, que volvió a vivir en la isla hace varios años.
Sacha, de 5 años, se encariñó
“Enseguida vimos que las otras langostas saltaban sobre él. Así que lo mimamos con una piscina de 600 litros de agua. Le dimos algo de comer. Tenemos dos niños de 15 meses y 5 años. Sacha, de 5 años, se encariñó con él y lo llamó su langosta dorada. Sin embargo, la familia investigó un poco y decidió confiar el precioso crustáceo al acuario Trégastel de Côtes-d’Armor para que mudara bajo supervisión. “La muda debe tener lugar este invierno. Su caparazón será enviado a Estados Unidos, a Maine, a un profesor que trabaja precisamente con estas langostas. La pregunta es si con el calentamiento global habrá más”.
Tras su muda, la langosta dorada será transportada a Audierne, al acuario, donde Sacha y su familia podrán volver a verla. “No mucho”. espera Ondina.
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