Fue en Riad, Arabia Saudita, donde tuvo lugar la Cumbre Árabe-Islámica. Para la ocasión, acudieron un buen número de países, entre ellos Argelia, que se encontró en el centro de una controversia de la que habría podido prescindir. De hecho, Argel fue acusada de haber pronunciado comentarios amenazantes contra Israel.
De hecho, la prensa privada argelina se habría hecho eco de los comentarios realizados por el Ministro argelino de Asuntos Exteriores, en nombre del Presidente Abdelmadjid Tebboune, hacia Israel. Las declaraciones amenazadoras, que, según un mordaz comunicado de prensa, reveladas pocas horas después de las primeras revelaciones del ministerio en cuestión, nunca se hicieron.
Argelia, señalada por su prensa
Para justificar estas declaraciones, el Ministerio argelino de Asuntos Exteriores se limita a hacer referencia a las versiones escrita y sonora de la declaración argelina con motivo de esta Cumbre de Riad. La prensa acusó a Argel de querer reiterar el embargo árabe de 1973 contra Israel. Sin embargo, Argelia confirmó la información según la cual quería una serie de sanciones contra el Estado judío.
De hecho, durante la aparición de Argelia en la Cumbre de Riad, el gobierno pidió que se adoptaran rápidamente sanciones políticas, económicas y diplomáticas para obligar a Israel a poner fin a su guerra en Palestina. Además, Argelia acusó a Israel de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, perpetrados con impunidad en Gaza, particularmente en el norte.
MBS pide calma a Israel
Una cumbre marcada también por la posición del líder saudí Mohammed Ben Salman, que pidió a Israel que respete a Irán. Este último invitó al Estado hebreo a no realizar más incursiones en suelo iraní, del que el príncipe heredero calificó a la República de “hermana”. Una prueba más del acercamiento entre ambas naciones, tras siete años de ruptura.
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