A pocas horas del Francia-Israel, en la Liga de las Naciones, el distrito del Estadio de Francia ya es muy seguro. Se movilizarán más de 4.000 policías, mientras que se esperan menos de 20.000 espectadores.
Es el día D para el partido de alta tensión Francia-Israel en el Stade de France. Un encuentro que se desarrolla en “un contexto pesado y pesado”, en palabras del técnico de los blues, Didier Deschamps. Al final de la tarde está prevista una manifestación contra la celebración del partido. Se movilizarán más de 4.000 policías y se esperan menos de 20.000 espectadores.
En los alrededores del Estadio de Francia, el distrito ya está cubierto. Ante la mirada atónita de los vecinos, columnas de CRS y decenas de furgonetas ya rodean el recinto.
“Es bastante impresionante”, confiesa un residente. “Nunca habíamos visto algo así. Puede haber un movimiento de multitudes, lo cual es tranquilizador…” “Es mejor prevenir que curar”, añade otro. un poco aprensivo. Cancelé mi cita con el dentista porque tengo que viajar a pie. Prefiero quedarme en casa.”
“Menos rotación”
Se tomaron precauciones también en las oficinas de Renaud, director de la empresa. El espacio abierto de su equipo da a la plaza del Stade de France, a 20 metros de distancia. “Preferí tomar el toro por los cuernos y darles instrucciones de facilitación”, explica. “Les dije que vinieran por la mañana pero por la tarde, que trabajaran desde casa por su seguridad y para simplificarles la vida para volver a casa”.
A pocos metros, la policía se afana en comprobar que se ha cumplido la orden. “Nos hicieron firmar una orden para cerrar a las 15.45”, explica Florian, gerente de la brasserie La France, bajo pena de multa. Así que ya ha ordenado el bar de refrescos. “Para nosotros todavía hay menos facturación”, subraya. “Durante la semana, es cierto que trabajamos bien con las oficinas, pero eso no tiene nada que ver cuando el estadio está lleno… Nos molesta cerrar de todos modos. …”
Sobre todo por el gran regreso de la selección francesa a su guarida. Ha pasado más de un año desde la última vez que los Bleus jugaron en Saint-Denis, con motivo de los Juegos Olímpicos de 2024.