Los bomberos llamados al lugar del triple asesinato ocurrido en Brossard en septiembre de 2022 describieron la escena, durante el tercer día del juicio de Mohamed Al Ballouz en el tribunal de Longueuil, el 13 de noviembre.
Frédéric Brousseau formó parte del primer convoy de bomberos del Servicio de Seguridad contra Incendios de la Aglomeración de Longueuil (SSIAL) que fueron llamados para ir al apartamento de boul. Saint-Laurent alrededor de medianoche.
El señor Brosseau, que tiene cuatro años y medio de experiencia en la profesión, se dirigió hacia el dormitorio principal en busca de víctimas. Vio agua en el suelo y olió a humo.
Al entrar a la habitación, se dio cuenta de que la alarma ya no colgaba del techo, luego notó el cuerpo sin vida de Synthia Bussières en el piso del baño contiguo al dormitorio.
“Había mucha sangre”, describió.
Mientras la asistía, el señor Brousseau observó que tenía los ojos abiertos, pero que parecía “semirrígida”. Lo transportó al ascensor con un colega para realizarle maniobras de reanimación. Otro de sus colegas, a su vez, trajo a un niño igualmente inanimado que tenía los labios azules. Según él, esto podría deberse a una falta de oxígeno.
“Uno de sus brazos estaba flotando”, dijo, contando que se había acumulado agua y sangre en el suelo del ascensor. Su cabeza era muy suave”.
Durante las maniobras cardiovasculares, observó lesiones en el cuerpo de la señora Bussières, en particular sangre que manaba del centro de la garganta.
“No fue una intervención fácil”, admitió.
Salvar a las víctimas
Otro bombero SSIAL que acompañaba a Frédéric Brousseau relató su intervención. Mientras Brosseau atendía a la mujer en el baño, Nathan Sicotte describió haber visto a Mohamed Al Ballouz en la cama del dormitorio principal con sus dos hijos. Los tres estaban boca arriba.
El señor Sicotte logró despertar primero a Al Ballouz frotándolo con fuerza en el esternón. Posteriormente no hubo señales de vida. A continuación, el bombero transportó a los dos jóvenes al ascensor para realizar maniobras de reanimación.
Según Sicotte, el más joven parecía sufrir un paro cardiorrespiratorio, pero ninguno presentaba heridas.
“Nuestro trabajo era salvar a las víctimas lo más rápido posible”, explicó.
En este momento, el bombero desconocía la naturaleza de los hechos.
“Eran dos jóvenes muy tiernos y azulados”, admitió Sicotte, proponiendo la hipótesis de que parecían fallecidos. [Le plus jeune] no tenía pulso”.
En los próximos días se recibirán testimonios de otros bomberos y paramédicos.
Recordemos que Mohamed Al Ballouz, que ahora se presenta como una mujer llamada Levana Ballouz, está acusado del asesinato involuntario de Synthia Bussières, del asesinato premeditado de sus dos hijos y del incendio provocado.