Rusia reforzó su contingente militar e intensificó sus bombardeos en previsión de un asalto en el frente sur, donde las posiciones se mantienen prácticamente sin cambios en los últimos meses, aseguró el martes un portavoz militar ucraniano.
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Una ofensiva rusa en la región meridional de Zaporizhia supondría un desafío para el ejército ucraniano, que ya lucha en el frente oriental y que todavía está incursionando en la región rusa de Kursk, en la frontera norte.
“Los rusos se preparan desde hace tiempo, desde hace varias semanas, para llevar a cabo operaciones de asalto en varias direcciones, en particular en dirección a Zaporizhia”, dijo a la AFP el portavoz del ejército ucraniano, Vladyslav Volochyn, en el sector sur.
Precisó que el ejército ruso está reforzando sus tropas, en particular en los sectores de Vremivka, Gulyaïpole y Robotyné.
“Todos los días realiza allí reconocimientos aéreos y técnicos y se abastece de municiones. Desde hace varias semanas el enemigo se prepara para utilizar vehículos blindados”, continuó.
Voloshyn se negó a dar el número de soldados rusos reunidos en este sector del frente, pero dijo que pequeños grupos ya estaban lanzando varios ataques cada día.
Aseguró que las fuerzas ucranianas han fortalecido sus líneas de defensa y están listas para repeler un ataque a gran escala.
El verano pasado, las fuerzas ucranianas lanzaron una ofensiva a gran escala para reconquistar las regiones de Zaporizhia y Kherson en el sur del país, pero no lograron avances significativos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, advirtió recientemente que Rusia ha preparado una fuerza de unos 50.000 soldados, que según dijo incluye varios miles de tropas norcoreanas, para reconquistar áreas de la región rusa de Kursk aún ocupadas por Ucrania.