Quienes tengan volúmenes incluso modestos de uvas sin pepitas y tradicionales en las próximas semanas podrían obtener muy buenos ingresos, dado que en las estanterías de algunos supermercados italianos el producto alcanza los 10 euros el kilo. La falta de oferta es estructural, con el riesgo de no poder ampliar el calendario comercial hasta las próximas fiestas navideñas.
En Apulia es difícil encontrar viñedos de los que aún queden colgados racimos de uva. Los productores han finalizado la temporada 2024 y todos los volúmenes cosechados se han almacenado en las bodegas.
“Entregué mis últimas uvas hace unos días. Nunca recuerdo precios tan elevados para las variedades tradicionales (estamos hablando de 2,00 €/kg). Un soplo de aire fresco, sin duda, pero debes saber que los volúmenes no están ahí en absoluto. Nadie se ha enriquecido más, porque hemos registrado caídas del suelo de hasta el 50%”, explica el empresario de Puglia, Benny Porcelli.
“Hasta hace dos años, una grave crisis de mercado nos obligaba a nosotros, los productores, a vender nuestras uvas a precios de entre 0,30 y 0,40 euros el kilo. Muchos incluso, desesperados, llevaron grandes cantidades de uvas a los viticultores, las mismas uvas que vendimos esta vez por cantidades inimaginables. Se nos dice que los consumidores prefieren las variedades sin semillas, pero nos preguntamos por qué los cultivares tradicionales, si no los preferidos, ahora tienen valores de mercado similares. Nunca antes ambos tipos habían estado presentes en los lineales de los supermercados como lo han estado este año, dejando claro lo que realmente los consumidores eligen comprar. Creo que las variedades autóctonas, cuyos costos de manipulación son mayores, seguirán teniendo su propio valor comercial, tal vez al entrar en nichos de mercado. En nuestra región este año las superficies de uva sin pepitas han superado a las de uva tradicional. Y hay quien, aún hoy, tras haber vendimiado y finalizado la campaña, prefiere arrancarlas y sustituirlas por uvas más modernas. »
