El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) anunció recientemente la compra final de 2,4 millones de barriles de petróleo crudo, lo que marca la finalización del programa de recarga de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) iniciado bajo la administración Biden. La compra pone fin a los esfuerzos de reabastecimiento iniciados tras la liberación de 180 millones de barriles en 2022, destinados a contrarrestar el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
Desde el inicio de este programa, el DOE ha adquirido un total de 59 millones de barriles de petróleo a un precio promedio de 76 dólares por barril, maximizando los fondos asignados para estas compras y alcanzando un precio final de 74,75 dólares por barril para todas las transacciones. Además, se cancelaron las ventas obligatorias de 140 millones de barriles, lo que permitió al DOE reponer reservas más allá de las cantidades liberadas inicialmente.
Una estrategia criticada pero eficaz
A pesar de las críticas a la administración Biden, el DOE ha enfatizado la efectividad económica de esta estrategia para los contribuyentes estadounidenses. De hecho, los 180 millones de barriles vendidos en 2022 se vendieron a un precio medio de 95 dólares por barril, un nivel significativamente superior al de las compras recientes. La administración estadounidense también mencionó que estas ventas habían permitido estabilizar los precios de los combustibles, evitando un aumento aún más pronunciado.
Los análisis del Departamento del Tesoro también respaldan este enfoque, estimando que las ventas estratégicas han contribuido, con el apoyo de socios internacionales, a una reducción de los precios de la gasolina de hasta 40 centavos por galón para los consumidores estadounidenses.
Las reservas estratégicas, un tema de conflicto político
Sin embargo, el manejo de la SPR por parte de la administración Biden ha provocado tensiones políticas. Algunos republicanos electos han acusado a la Casa Blanca de poner en peligro la seguridad energética nacional al reducir el volumen de reservas de emergencia para objetivos políticos a corto plazo. En respuesta, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo que la reserva de Estados Unidos sigue siendo la más grande del mundo, con 387,2 millones de barriles al 1 de noviembre de 2023.
Cuando el presidente Biden asumió el cargo en enero de 2021, la SPR contenía 638 millones de barriles. Esta importante reducción de las reservas sigue siendo un punto de desacuerdo entre republicanos y demócratas, alimentando el debate sobre la independencia energética de Estados Unidos.
Perspectivas de la Reserva Estratégica después de 2025
Con el fin oficial del programa de reabastecimiento, no se planean nuevas adquisiciones de petróleo crudo para la SPR hasta 2025. Sin embargo, podrían ocurrir cambios con la administración entrante. El presidente electo Donald Trump ya ha expresado su deseo de “reponer inmediatamente” la reserva si asume un segundo mandato, criticando el enfoque de la administración Biden en esta cuestión.
Si bien la política energética sigue siendo un tema central de debate, el fin de esta estrategia marca un momento clave en la gestión de la seguridad energética estadounidense. El futuro de la RPU dependerá de las decisiones políticas futuras, en un contexto en el que los precios y las tensiones geopolíticas siguen evolucionando.
