El accidente se produjo el viernes hacia las 18.30 horas en Eyjeaux, una ciudad de mil habitantes cerca de Limoges, según supo la gendarmería. El ciclista que iba sin casco fue atropellado por un coche, que se dio a la fuga. Herido en el cuello, el jubilado murió en el hospital.
Se lanzó una llamada a testigos para encontrar al conductor del vehículo, pero el domingo por la mañana aún no había aportado nada, supo un corresponsal de la AFP por medio de los gendarmes.
La víctima era un ex albañil de 74 años, Jean-Marc Chatard, muy conocido en Limougeauds, que lo vio viajar con un mono y botas en su bicicleta.
“Limoges pierde su emblema”declaró Charles, restaurador de la ciudad, al periódico local Populaire du centre, que dedicó un llamamiento en primera plana a este accidente. “Puedes imaginar la importancia de este personaje. Tenía, sin haber pedido nada, su página de Facebook, un periódico llevaba su nombre. Él era el Hombre de Azul, pero yo tengo el blues”.
“Era el ciclista emblemático de Limoges, conocido por todos desde hace décadas. Lloramos la memoria del hombre y del símbolo que representaba”afirma en un comunicado la asociación Véli-Vélo, que convoca a rendirle homenaje el próximo sábado frente al ayuntamiento de Limoges.
“Estamos preocupados por el aumento de la violencia motorizada contra los ciclistas. Se trata del segundo accidente mortal que involucra a ciclistas en dos meses en 2 km de esta carretera y el cuarto ciclista asesinado en un año en Limoges Métropole”añade la asociación que pide al Departamento que desarrolle “auténtica infraestructura ciclista a lo largo de sus carreteras”.
Su muerte se produce poco menos de un mes después de la de un ciclista atropellado por un conductor de un todoterreno el 15 de octubre en París, que puso de relieve la convivencia, a veces conflictiva, entre bicicletas y coches.
En 2023, 226 ciclistas murieron en las carreteras de Francia, un 18% más que en 2019. La mayoría de estos accidentes mortales se produjeron en zonas rurales o periurbanas.