Durante el foro de asociación Rusia-África en la Universidad Sirius de Sochi, Rusia, el 10 de noviembre de 2024 (AFP/STRINGER)
Rusia intentó este fin de semana, durante una conferencia en Sochi (suroeste), consolidarse como un socio esencial de los países africanos, prometiéndoles su “apoyo total” en un “mundo multipolar” que el Kremlin quiere promover contra los occidentales.
Desde hace varios años, Moscú, que fue un actor importante en África durante la era soviética, ha estado empujando sus peones en los países africanos, que no se han sumado a las sanciones occidentales adoptadas contra Rusia tras su ataque en Ucrania en febrero de 2022.
“Nuestro país seguirá brindando todo su apoyo a nuestros amigos africanos en diferentes ámbitos”, aseguró el presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso leído el domingo ante altos funcionarios de una cincuentena de países africanos, reunidos en Sochi para una conferencia ministerial Rusia-África. reunión.
Podría tratarse de “el desarrollo sostenible, la lucha contra el terrorismo y el extremismo, las enfermedades epidémicas, la resolución de los problemas alimentarios o las consecuencias de las catástrofes naturales”, según este mensaje leído a los participantes por el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Putin dijo que esperaba un fortalecimiento de “todos los lazos ruso-africanos” al final de esta conferencia que sigue a dos cumbres Rusia-África en 2019 y 2023.
– “No es una potencia colonial” –
Según Lavrov, Rusia y los países africanos ven “progresos en todos los ejes” de su cooperación, “a pesar de los obstáculos artificiales” a los que se opone el “Occidente colectivo”, término utilizado por Moscú para designar a los Estados Unidos y sus aliados.
Miembros de las delegaciones asisten al foro de asociación Rusia-África en la Universidad Sirius de Sochi, Rusia, el 10 de noviembre de 2024 (AFP/STRINGER)
Esta conferencia se produce después de la cumbre de los Brics celebrada en octubre en Kazán (Rusia), donde Vladimir Putin quiso demostrar el fracaso de la política de aislamiento y sanciones iniciada por Occidente.
En su estrategia de influencia informativa, especialmente en las redes sociales, el gobierno ruso denuncia el “neocolonialismo” en África y aboga por “un orden mundial más justo”, una retórica que resuena entre algunos dirigentes africanos.
“Rusia no es una potencia colonial” y “nunca ha sido una potencia colonial”, aseguró el sábado el jefe de la diplomacia maliense, Abdoulaye Diop, al margen de la conferencia Rusia-África.
“Por el contrario, estuvo junto a los africanos y otros pueblos de todo el mundo para ayudarlos a escapar del sistema colonial”, sostuvo.
Muchos funcionarios occidentales acusan a Moscú de liderar un conflicto de naturaleza imperialista en Ucrania, una ex república soviética.
– Minerales, digital, seguridad –
En África, grupos de mercenarios rusos como Wagner, o su sucesor Africa Corps, apoyan a las autoridades locales y los “asesores”, según Moscú, trabajan con los funcionarios. Este es particularmente el caso en la República Centroafricana y el Sahel, donde la creciente influencia de Rusia ha ido acompañada del meteórico declive de la de Francia.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Sochi, el 10 de noviembre de 2024 (AFP/STRINGER)
En 2023, Moscú también entregó armas al continente africano por valor de más de 5.000 millones de dólares (4.700 millones de euros), según la empresa pública rusa Rosoboronexport.
Pero, para los funcionarios reunidos en Sochi, el apoyo debe ir más allá de las cuestiones de seguridad.
“Debemos desarrollar la tecnología digital, la tecnología digital en África Central”, con el apoyo de Rusia en estas zonas, afirmó a la AFP Marie Thérèse Chantal Ngakono, comisaria de planificación regional e infraestructuras de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC).
Los grandes grupos rusos también están muy interesados en las materias primas africanas: Alrosa en Angola y Zimbabwe (diamantes); Lukoil en Nigeria, Ghana, Camerún y la República del Congo (petróleo); Rusal en Guinea (bauxita)…
“Tenemos más de 75 minerales en África y no están bien utilizados”, dijo a la AFP el joven Piero Omatsaye, fundador de la organización de constructores Jet Age Nation, cuyo objetivo es promover el avance del continente africano.
“Gracias a una asociación con Rusia”, uno de los mayores exportadores de gas, petróleo y diamantes, “podremos utilizar bien estos recursos”, afirmó este político nigeriano.
Para Bakary Sambé, director del Instituto Tombuctú de Dakar, entrevistado esta semana por la AFP, se plantea sin embargo la cuestión de una asociación a largo plazo: “¿Rusia concedería el mismo interés a África si la guerra en Ucrania terminara?” ¿Una “prioridad estratégica real” o un interés cíclico vinculado a su enfrentamiento con Occidente?