Israel está considerando seriamente la posibilidad de un acuerdo de alto el fuego por tiempo limitado con Hezbollah en la frontera norte. Esta iniciativa diplomática emergente se produce cuando los responsables de la toma de decisiones en Jerusalén temen una posible resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que podría restringir significativamente la libertad operativa de acción de Israel. Fuentes de alto rango en Jerusalén temen que Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, pueda esta vez abstenerse de usar su poder de veto para proteger los intereses israelíes en el Consejo de Seguridad. La administración Biden ha estado ejerciendo una presión diplomática sin precedentes sobre Israel en las últimas semanas para evitar una escalada en el frente norte.
El miércoles pasado, Naim Qassem, secretario general de Hezbolá, advirtió: “Si Israel quiere una guerra de desgaste, estamos preparados. Incluso si la guerra dura mucho tiempo, al final ganaremos”. Añadió que “la guerra no terminará con una acción política, pero obligaremos al enemigo a exigir su fin”.
Las demandas israelíes para un acuerdo incluyen:
– La retirada de los combatientes de Hezbollah al río Litani
– Un importante despliegue del ejército libanés en la frontera norte
– Un mecanismo internacional de seguimiento y control.
– Garantías para la libertad de acción de Israel
– Prevenir el futuro rearme de Hezbollah
– Un alto el fuego de 60 días para llegar a un acuerdo final
Según evaluaciones del sistema de defensa israelí, la Operación Flechas del Norte ya ha logrado importantes éxitos operativos, lo que ha llevado a un cambio sustancial en el equilibrio de la disuasión contra Hezbollah. Incluso en caso de un acuerdo de alto el fuego, Israel pretende mantener su legitimidad internacional y su capacidad operativa para reaccionar con fuerza en caso de violaciones por parte de la organización.
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