¿Cómo podría afectar el regreso del republicano a la Casa Blanca a la defensa europea y a la guerra en Ucrania?
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Ésta es la gran incógnita. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses arroja un velo de incertidumbre sobre el futuro de Ucrania.
El republicano había expresado en particular su deseo de “poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas” si era elegido.
Algunos expertos creen que este acuerdo podría firmarse en detrimento de Kyiv.
“El señor Trump ha manifestado su voluntad y capacidad para lograr un acuerdo de paz súper rápido, lo que muy bien podría significar que Kiev se vería obligada a ceder a las demandas rusas que ciertamente no quiere, de poner fin a la guerra”, Vassilis Ntousas, jefe de operaciones europeas de la Alianza para la Democracia en el Fondo Marshall Alemán, dijo a Euronews.
En los pasillos del Parlamento Europeo no todo el mundo ve las cosas de la misma manera.
Encantado por la victoria de Donald Trump, António Tânger Corrêa espera que el fin de la guerra en Ucrania esté cerca, al tiempo que subraya la necesidad de reforzar las capacidades de defensa europeas.
“Espero que él (Donald Trump) ponga fin a la guerra en Ucrania y a todos les guste la solución”dijo a Euronews el eurodiputado portugués (Patriotas por Europa).
El eurodiputado de extrema derecha también pide a Europa que invierta en su industria de defensa: “No es necesario librar una guerra para tener una defensa, pero tener una buena defensa ayuda a prevenir las guerras”cree.
Ante el regreso del “Estados Unidos primero” y del no intervencionismo estadounidense, el eurodiputado belga Elio Di Rupo (S&D), por su parte, pide al viejo continente que se dote de “una política industrial propia en ámbitos como la energía, la seguridad y la defensa”.
“No ha habido este deseo decidido de estar a la vanguardia en términos de nuevas tecnologías, de estar a la vanguardia en términos de defensa, en términos de la seguridad específica de nuestros conciudadanos”se lamenta.
“Hoy en día, nuestra seguridad depende totalmente de Estados Unidos dentro de la OTAN. Debemos tener nuestras propias capacidades. añade. Somos amigos de Estados Unidos, pero no quiero ser el caniche de Estados Unidos”..
Aunque la píldora es amarga para algunos, otros en Bruselas esperan que la victoria de Donald Trump sirva como un shock para empujar a Europa a tomar en sus propias manos su seguridad y defensa.
