La escasez de talento en el sector de la hostelería y la restauración hace que el trabajo de camarero sea un activo escaso. Las limitaciones que desalientan a algunos, paradójicamente, abren puertas a los más motivados. Ya sean principiantes o experimentados, tienen acceso a una amplia variedad de puestos, con habilidades apreciadas y valoradas, especialmente en las zonas más turísticas.
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El papel central del jefe de camareros en un restaurante
En establecimientos más grandes, el jefe de camareros supervisa un conjunto de mesas y se asegura de que cada detalle esté listo antes de que lleguen los clientes. Recibe a los invitados, toma los pedidos si el maître no es responsable de ellos y vela por que el servicio se realice de forma impecable.
Su perfecto conocimiento de la carta y los platos le permite asesorar y resolver las dudas de los clientes. En ocasiones, realiza acciones muy concretas, como cortar un asado o flambear un postre en el comedor. Luego presenta la factura y cobra el pago. Con la ayuda de sus empleados, vela por la presentación de los platos y la limpieza de las mesas, garantizando un servicio impecable.
Descubre el trabajo de jefe de camareros
Las cualidades esenciales de un chef
La resistencia, el control y la versatilidad son la base del trabajo de jefe de camareros. La restauración requiere una buena condición física para afrontar horarios a menudo escalonados y un ritmo rápido. Entre el tumulto del servicio y las exigencias del cliente, la calma y la precisión se convierten en sus aliados. La capacidad de respuesta y la adaptabilidad le permiten navegar en un sector en perpetua agitación.
En algunos establecimientos es imprescindible el dominio de lenguas extranjeras, en particular del inglés. El contacto humano es una segunda naturaleza: la cortesía, el tacto y la reserva dan forma a sus interacciones. Este rol de liderazgo también requiere habilidades de gestión, ya que orienta a su equipo de forma eficaz. Por último, un perfecto conocimiento de las normas de higiene y de las herramientas digitales para la recepción de pedidos corona esta profesión polifacética.
Cursos de formación clave para trabajar como superior directo
Convertirse en chef es ante todo una historia de práctica y pasión por el arte de servir. La experiencia forma a los mejores profesionales, pero un camino académico bien elegido puede abrir puertas más rápidamente. Los aprendices siguen una formación que combina teoría e inmersión, aprendiendo los matices de la profesión mientras reciben un salario. Para empezar, el CAP Marketing y Servicios en Hotel-Café-Restaurante constituye una base sólida, profundizando en los fundamentos del servicio y la relación con el cliente.
Para aquellos que quieran ir más allá, los Servicios de Marketing y Catering Bac Pro profundizan en el dominio de las técnicas, pero también en la gestión y el contacto con los clientes. Los jóvenes ambiciosos también pueden optar por el Bachillerato en Ciencias y Tecnologías de la Hostelería y la Restauración, una carrera que combina teoría y práctica con énfasis en la versatilidad. Finalmente, el BTS Management in Hospitality and Catering te prepara para los aspectos gerenciales, inculcando las habilidades necesarias para supervisar y liderar un equipo mientras supervisas cada detalle del servicio.
Un salario en constante evolución gracias a las perspectivas profesionales.
La trayectoria de un superior jerárquico suele comenzar modestamente, con un salario cercano al salario mínimo, es decir, unos 1.426,30 euros netos al mes. Pero esta posición, en el centro del entusiasmo de los teatros, puede convertirse en un trampolín hacia una remuneración mucho más cómoda. Con experiencia y dominio del arte del servicio, es posible superar los 2.000 euros netos mensuales, bonificaciones y propinas en ocasiones incluidas.
Pero más allá del salario, lo que ofrece las mejores perspectivas es el desarrollo profesional. El jefe de sala, enriquecido por sus años de experiencia, puede recurrir a establecimientos prestigiosos, explorando horizontes atípicos como el servicio en catering o incluso a bordo de barcos.
El ascenso no se detiene ahí: el puesto de maître d’hôtel puede convertirse en su próximo reto. Para aquellos que sueñan con la gestión y la responsabilidad, los puestos directivos o de supervisión ofrecen una nueva dimensión a una carrera basada en el refinamiento del servicio.
También puede encontrar todas las profesiones del sector de la restauración a través de nuestras descripciones de puestos.