“Actualmente, el pueblo palestino depende casi exclusivamente de la ayuda exterior, especialmente de la UNRWA, e interrumpirla equivale a matar a todo el pueblo palestino”, reacciona Abdel Karim Kallab, en Khan Younes, al sur de Gaza.
Para Hamás, la decisión de Israel “es un intento de negar a los refugiados el derecho a regresar a sus hogares”.
Este movimiento también afirmó el lunes haber hablado con su rival Fatah en El Cairo sobre la guerra en Gaza y los esfuerzos por alcanzar un consenso nacional palestino.
En una llamada telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, “señaló que Hamás se había negado una vez más a liberar incluso a un número limitado de rehenes para obtener un alto el fuego y alivio para el pueblo de Gaza”, según una declaración del Departamento de Estado.
Hamás dijo el viernes que se había negado a estudiar una propuesta de los países mediadores para una breve tregua en la Franja de Gaza porque no incluía un alto el fuego permanente.
La guerra dura desde el 7 de octubre de 2023 y el ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos en Israel. En represalia, el Estado judío ahogó la Franja de Gaza bajo bombas y reforzó el bloqueo que ya existía desde la década de 2000 sobre el enclave, matando a más de 43.000 palestinos en poco más de un año.
En vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, principal aliado de Israel, los esfuerzos diplomáticos para poner fin a estas hostilidades resultaron infructuosos.
Según el jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini, El promedio diario de camiones permitidos por Israel en Gaza cayó a 30 en octubreque “no es suficiente para satisfacer las necesidades de más de 2 millones de personas, muchas de las cuales padecen hambre, están enfermas y viven en condiciones desesperadas”.