lFaltan superlativos para resumir la prolífica carrera de Quincy Jones, nacido en Chicago en el seno de una familia modesta y fallecido a los 91 años. Al mismo tiempo, trompetista de jazz, revelado en la orquesta de Lionel Hampton, arreglista y productor de los más grandes cantantes, desde Frank Sinatra hasta Michael Jackson, tenía todo el talento para ofrecer lo mejor de sí a los artistas, su gusto por las líneas melódicas claras y la ciencia de las orquestaciones amplias. Recientemente, había arreglado tres canciones, entre ellas “Les Champs-Élysées” de Joe Dassin para el álbum del cantante francés Zaz, en el que saludaba “la fuerza y la energía del gueto”.
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Francófilo, este antiguo alumno de la gran pianista Nadia Boulanger y del compositor Olivier Messiaen vivió en los años 50 en París, donde trabajó como arreglista para el sello de Eddie Barclay. En esta época supervisó y asesoró a artistas como Henri Salvador, Charles Aznavour, Boris Vian y Jacques Brel. En 2012 trabajó para Nana Mouskouri en su álbum grabado en Nueva York.
En su autobiografía, Quincy Jones, Memorias (en Cherche Midi), traducido por su amiga Mimi Perrin, la cantante del famoso Double Six, resume en quinientas páginas su vida, que admite que no se limita en su caso a dos actos sino al menos a diez.
“Como dijo el famoso poeta español Calderón, la vida es un sueño. El mío siempre ha sido en tecnicolor, con sonido Dolby ampliado mediante amplificación THX”, escribe en el epílogo.
Durante setenta años brilló en el planeta musical y produjo tres álbumes legendarios de Michael Jackson, Off the Wall, Suspense y Malo. Sin su presencia al mando, el cantante nunca se habría convertido en una estrella mundial con este sonido excepcional, este ritmo oscilante y este estilo reconocible al instante. Sólo él fue capaz de lograr una síntesis entre jazz, pop, rock y hip-hop.
“El futuro de la música está en las calles”
Considerado por Revista Tiempo como uno de los músicos más importantes del siglo XXmi Durante este siglo, con más de 400 álbumes producidos y arreglados para decenas de artistas en su haber, Quincy Jones se mantuvo humilde, consciente de que su don musical florecía especialmente con los grandes artistas que lo buscaban: Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Ray Charles, Count Basie. , Stevie Wonder y el grupo Chicago, por nombrar algunos. Lo que no le impidió grabar cerca de una treintena de álbumes bajo su propio nombre y dirigir.
Ampliando su paleta, escribió la música de El hombre de hierro un tu El show de Cosby y para el cine de numerosas bandas sonoras originales, en particular En el calor de la noche por Norman Jewison, La sangre fría por Richard Brooks y El color moradocoproducida en 1985 con Steven Spielberg. El mismo año coorganizó la grabación de un éxito mundial, « Somos el mundo », contra el hambre en Etiopía.
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canguro del dia
Respuesta
Activo hasta el final de su vida, estuvo presente el 8 de julio de 2018, durante su 85°mi aniversario en el Festival de Jazz de Montreux.
Deja un hermoso legado y también una visión quien vivió para la música, quien predijo antes de la llegada del hip-hop y el rap que “el futuro de la música está en las calles”.
