Una espina más clavada en el costado de Max Verstappen. Ya penalizado con 20 segundos durante el Gran Premio de México por errores en pista en su pelea con Lando Norris, el tricampeón del mundo recibió una nueva penalización para el próximo Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, antes incluso de la salida de este domingo. El holandés partirá con cinco puestos de penalización en la parrilla.
El motivo: la instalación de un nuevo motor de combustión interna en su coche, que ya ha agotado el cupo autorizado de cuatro cambios a lo largo de la temporada. Red Bull ha optado por no tocar el resto de partes del propulsor, a priori ileso, para evitar una penalización mayor (10 plazas, o incluso una salida al final de la parrilla).
El equipo austriaco y su piloto no tomaron esta decisión en Sao Paulo por casualidad. “Creo que esta podría ser la vía adecuada para ejecutar el penalti”, advirtió el “Super Max” en rueda de prensa este jueves.
Además de un nuevo chándal que plantea algunas dudas y una previsión meteorológica impredecible para el final del fin de semana, Interlagos es uno de los mejores circuitos para realizar ascensiones. En 2021, durante la carrera al sprint, Lewis Hamilton, entonces en plena lucha por el título con el mismo Verstappen, realizó 15 adelantamientos en 24 vueltas gracias a la inmensa zona DRS en la recta de salida.
Suficiente para dar algunas ideas cuando el holandés más las necesita. Con 47 puntos por detrás, Norris sigue al acecho y un GP fallido de Verstappen podría reducir aún más la brecha en lo más alto del Mundial.