En detalle, los caramelos “especiales de Halloween”, muy buscados en octubre, son un 30% más caros de media que los dulces clásicos. Para el líder del mercado, Haribo, la diferencia llega incluso al 35%. La UFC-Que Choisir denuncia un aumento de precios acompañado de una reducción del paquete (una práctica similar a la reducción de la inflación). Un incremento que se siente especialmente en términos de precios por kilo.
Así, un paquete de Dragibus rojo, naranja y negro es un 49% más caro por kilo que un sobre multicolor, aunque los tres colores también están presentes en la oferta clásica. Lo mismo ocurre con Carambar. Los sabores de naranja, fresa, limón y frambuesa, que sustituyen a la manzana, la grosella negra y la cereza, parecen justificar un aumento del 24%. En cuanto a los caramelos tartar, los clásicos cocodrilos son un 25% más caros si se sustituyen por murciélagos, lunas o sombreros de bruja.
Etiquetas y embalajes
Más allá del color y la forma, el empaque también es otra forma que tienen las marcas de aumentar los precios. Así, se exponen precios de más de 10 euros el kilo en cubos de 600 y 800 gramos de caramelo. Los consumidores de las grandes ciudades pagan un precio elevado, según UFC-Que Choisir, que toma el ejemplo de un paquete de 67 gramos de caramelos “Scary Cone Halloween” vendido a mediados de octubre por 1,60 euros, es decir, 23,88 euros el kilo.
Los pasteleros no han dado ninguna explicación para justificar tal aumento, lamenta la asociación de consumidores. “No es necesario: están de moda Halloween entre los adultos jóvenes, que tienen mayor poder adquisitivo que los niños”.
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