El sur de Brasil está experimentando inundaciones sin precedentes. El nivel del río Guaíba ha superado los cinco metros, un récord histórico. Hasta el momento se han producido alrededor de un centenar de muertos, varios centenares de heridos y más de 160.000 personas que han tenido que huir de sus hogares. La ciudad de Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, está particularmente afectada.
De nuestro corresponsal en Río de Janeiro,
Imágenes de esta región de Brasil están desesperados: vecinos refugiados en sus tejados, esperando ayuda, barcos navegando bajo el agua en lo que fueron calles, monumentos y un centro histórico… Y, paradójicamente, los vecinos carecen cruelmente de acceso al agua potable. En Porto Alegre, sólo dos de seis plantas de tratamiento de aguas residuales están en funcionamiento: los sistemas de agua, alcantarillado y recogida de residuos no funcionan. A la falta de energía y suministros se suma la amenaza de saqueos.
Pero la capital de la región está lejos de ser la única afectada por las inundaciones : casi un millón y medio de personas están afectadas, 400 pueblos de la región, o el 80% de los municipios.
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