Las lluvias torrenciales y las inundaciones que azotan el sur de Brasil han empeorado aún más el saldo, con al menos cien muertos y 130 desaparecidos.
Las operaciones de socorro en Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul, se detuvieron debido a más lluvias.
Equilibrándose sobre un tejado, como sobre una balsa improvisada, un caballo observa el barrio que le rodea, casi enteramente bajo el agua. Los aviones también están atrapados, como vemos en el vídeo que encabeza este artículo. En el aeropuerto de Porto Alegre, las pistas literalmente han desaparecido bajo el agua, mientras que el estadio cercano sólo parece un charco de barro.
Comemos muy poco, nos falta comida.
Un residente de Porto Alegre
Durante todo el día de este miércoles, evacuaciones en moto acuática o por la fuerza en el centro de la ciudad, en medio de un olor nauseabundo a agua estancada. “Debo admitir que estoy agotado. Dormimos y comemos muy poco, nos falta comida”, confía un residente. No más agua potable, las autoridades temen la propagación de enfermedades en estos barrios. En total, 160.000 personas huyeron de las zonas inundadas. Ya no hay espacio en los centros de emergencia, por lo que los residentes de una favela vecina buscan lugares altos, incluso si eso significa dormir en puentes peatonales o en la carretera.
La lluvia vuelve a caer y las operaciones de rescate deben detenerse, ya que se han vuelto demasiado peligrosas con la subida del agua. Las autoridades ya han contabilizado al menos un centenar de muertos, 130 desaparecidos y centenares de heridos desde el inicio de las inundaciones en el sur de Brasil.
