lEl juez del histórico proceso contra Donald Trump pidió el martes a su abogado que moderara la actitud “despreciativa” del ex presidente de Estados Unidos, durante una jornada de audiencia particularmente tensa, según una información difundida en la prensa estadounidense y en las redes sociales. redes.
La ex estrella porno Stormy Daniels, personaje central del juicio contra Donald Trump en Nueva York, ofreció este martes un crudo testimonio sobre la relación sexual que afirma haber tenido en 2006 con el candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre. Este último niega cualquier relación sexual con ella.
“Entiendo que su cliente está molesto en este momento, pero está jurando audiblemente y sacudiendo la cabeza de manera notoria, lo cual es despectivo”, comentó el juez Juan Merchan al abogado de Donald Trump, Todd Blanche, durante una discusión aparte.
“Tiene el potencial de intimidar al testigo y el jurado puede verlo”, añadió, según el expediente judicial.
“Necesitas hablar con él. No toleraré esto”, insistió el juez, destacando que esta discusión se llevó a cabo en privado para no “avergonzar” al expresidente.
El juez amenazó repetidamente a Donald Trump con ir a prisión por violar la prohibición de atacar verbalmente a testigos y miembros del jurado. Ya lo ha condenado a varias multas por agredir públicamente a testigos y miembros del jurado al margen del juicio.
El testimonio de Stormy Daniels el martes fue particularmente esperado porque Donald Trump está siendo procesado por ocultar un pago de 130.000 dólares a la actriz para comprar su silencio al final de la campaña presidencial de 2016.
Esta suma fue pagada a Stormy Daniels por el ex abogado del multimillonario, Michael Cohen, a través de una empresa fantasma. En 2017, el holding de Donald Trump, la Organización Trump, le reembolsó los gastos disfrazados, según la fiscalía, de “costos legales” que están en el centro de las demandas.
El candidato republicano está siendo procesado por 34 falsificaciones de documentos contables, lo que podría suponerle la primera condena penal de un expresidente de Estados Unidos y, en teoría, una pena de prisión.
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