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El anuncio de Hamás, el lunes por la tarde, de una posible tregua seguida de un intercambio de detenidos reavivó el ascensor emocional entre los familiares de los 130 rehenes que aún se encuentran en Gaza. Pero también en todo el país, donde la guerra parece ser el único horizonte para una gran mayoría de israelíes.
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Aviva y Yaakov vienen casi todos los días a la rebautizada Plaza de los Rehenes, en el corazón de Tel Aviv. El kibutz de los dos jubilados, Nahal Oz, fue uno de los primeros atacados el 7 de octubre (1.180 muertos). Allí murieron doce residentes y sesenta soldados. Siete fueron tomados como rehenes; dos todavía están en Gaza.
¿Está el Primer Ministro Benjamín Netanyahu participando en la guerra para mantenerse en el poder, como algunos afirman? Los dos jubilados ignoran los debates políticos. Hamás no disparó contra personas de izquierda o de derecha