Los moldavos dicen un pequeño sí a la membresía en la UE

Los moldavos dicen un pequeño sí a la membresía en la UE
Los moldavos dicen un pequeño sí a la membresía en la UE
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La presidenta Maia Sandu aprobó su referéndum, pero por tan poco que corre el riesgo de resultar problemático para ella.

AFP

Los moldavos aprobaron por estrecho margen el principio de unirse a la Unión Europea (UE) el domingo, pero el resultado extremadamente ajustado suena como un desaire a la presidenta proeuropea Maia Sandu, quien respondió criticando la interferencia extranjera.

El Kremlin exigió inmediatamente “pruebas” sobre estas “graves acusaciones”, denunciando “excepciones” en el recuento de los votos del referéndum.

Al mismo tiempo, el candidato de 52 años quedó primero en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero se prepara para una segunda vuelta difícil.

99% de los votos contados

Después de una larga carrera a la cabeza del “no”, el “sí” finalmente se impuso el lunes por la mañana (50,28%), por algunos miles de votos, gracias al voto de la diáspora, tras un recuento de casi el 99%. boletines.

En su primera reacción oficial en mitad de la noche, la jefa de Estado denunció “un ataque sin precedentes a la democracia” y prometió “no ceder”. “Grupos criminales, actuando en concierto con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales, atacaron nuestro país con decenas de millones de euros, mentiras y propaganda” para “atrapar a nuestro país en la incertidumbre y la inestabilidad”, dijo Maia Sandu a la prensa, con el rostro serio. . Está previsto que vuelva a hablar a las 14.00 horas.

Maia Sandu, que dio la espalda a Moscú tras la invasión de la vecina Ucrania y llevó la candidatura de su país a Bruselas, había convocado este referéndum para validar su estrategia. Y determinar el “destino” de esta ex república soviética de 2,6 millones de habitantes. Pero su apuesta le salió por la culata.

Imagen proeuropea debilitada

Porque esta estrecha victoria, sin poner en duda las negociaciones de adhesión con los Veintisiete, “debilita en cierto modo la imagen proeuropea de la población y del liderazgo de Maia Sandu”, comenta a la AFP el politólogo francés Florent Parmentier, especialista en la región.

Primera mujer en ocupar los puestos más altos en 2020, esta ex economista del Banco Mundial con fama de incorruptible se ha convertido en cuatro años en una destacada personalidad europea.

En un entorno geopolítico complicado, con Ucrania en guerra y Georgia acusada de deriva autoritaria prorrusa, Moldavia dio a Bruselas algo que esperar, subraya el experto. Sin embargo, después de este revés, el éxito de Sandu en la segunda vuelta, el 3 de noviembre, está lejos de estar asegurado.

Con el 42% de los votos, está muy por delante de Alexandr Stoianoglo (26%), un ex fiscal de 57 años, apoyado por los socialistas prorrusos. Pero puede contar con las reservas de votos de numerosos candidatos pequeños “y corre el riesgo de caer sobre él la terrible trampa de “Todos contra Sandu”, según el analista.

Durante la campaña, este hombre de aspecto severo pidió “restaurar la justicia” frente a una potencia dispuesta, según la oposición, a violar derechos y abogó por una política exterior “equilibrada”, desde la UE hasta Rusia.

A lo largo del domingo, los moldavos respondieron, incluidos los de la región separatista de Transdniestria, que alberga una guarnición de soldados rusos. “He venido para dar mi voz por la prosperidad, la paz y el bienestar de nuestro país”, afirmó Olga Cernega, economista de 60 años, entrevistada por la AFP en Chisinau.

Otros, como este jurista de sesenta años que sólo quiso dar su nombre, Ghenadie, estaban preocupados por el giro “occidental” de Moldavia, la pérdida de su identidad.

Sistema de compra masiva de votos

Entre operaciones de corrupción y desinformación, la policía ha llevado a cabo 350 registros en los últimos meses y cientos de detenciones de sospechosos acusados ​​de querer perturbar el proceso electoral en nombre de Moscú.

Se ha revelado un plan masivo de compra de votos, dirigido a hasta una cuarta parte de los votantes que se espera que asistan a las urnas en el país de 2,6 millones de habitantes.

Según el grupo de expertos WatchDog, Rusia gastó alrededor de cien millones de dólares para influir en la votación. Con, en la maniobra, el oligarca Ilan Shor, refugiado en Moscú tras una condena por fraude. En las redes sociales bromeó sobre “la derrota” de Maia Sandu y su “lamentable fracaso”.

(afp)

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