Dentro de seis meses se conocerá el resultado de unas elecciones presidenciales que los estadounidenses consideran las más graves de la historia reciente. Es también una de las elecciones más difíciles de descifrar porque las encuestas ofrecen una visión ambigua de un electorado desencantado.
Dentro de seis meses, al día, sabremos el resultado de las elecciones presidenciales. ¿Quién ganará, el sulfuroso Donald Trump y sus montañas de demandas o Joe Biden, presidente saliente, criticado en particular por su edad y sus errores? Difícil de decir. En Estados Unidos, esta elección se considera la que tendrá las consecuencias más graves de la historia reciente del país, y también una de las más complicadas de descifrar, porque las encuestas son ambiguas y el electorado está desencantado.
Los dos candidatos codo a codo
El último sondeo, realizado para la cadena ABC, sitúa a los dos candidatos empatados. Cuando analizamos las motivaciones para votar, Donald Trump gana en gran medida en los temas considerados prioritarios por la mayoría de los votantes: la economía, la seguridad y la inmigración.
Joe Biden gana puntos gracias a su postura sobre el aborto, pero pierde terreno entre los grupos que aseguraron su última elección: los negros, los hispanos y, sobre todo, los jóvenes. Lo cual no es ajeno a las manifestaciones antiisraelíes que actualmente sacuden las universidades.
Donald Trump se niega a decir si respetará el veredicto de los votantes en caso de derrota
La gran debilidad del candidato republicano es su personalidad. A la pregunta: ¿qué candidato es honesto y digno de confianza? El 21% responde a Donald Trump, el 37% a Joe Biden. Pero para la mayoría, no es ninguna de las dos cosas. Cualquiera que sea el resultado de estas elecciones, la gran pregunta son sus consecuencias. En una entrevista con Revista Tiempo, Donald Trump se negó a decir si, en caso de derrota, respetaría el veredicto de los votantes. Respondió “sí si el proceso es honesto, sino depende” y no descartó reacciones violentas.