En Sudán, las transferencias de armas al exterior alimentan la crisis humanitaria

Según una reciente investigación de Amnistía Internacional, se están transportando miles de armas a Sudán. Algunos de ellos llegan incluso a la región de Darfur, al oeste del país, a pesar del embargo de la ONU sobre la región.

Desde abril de 2023, Sudán se encuentra sumido en una violenta guerra civil que enfrenta al ejército sudanés, dirigido por el general al-Burhan, contra las fuerzas paramilitares del general Daglo. Un conflicto que, según la ONU, ha sumido a más de la mitad de la población sudanesa en una situación de grave inseguridad alimentariaEnlace externoque expone crímenes de guerra orquestados por ambos bandos. Con más de 10 millones de desplazados y decenas de miles de muertos, el costo humanitario no tiene precedentes en la región.

Según un informe de Amnistía Internacional, esta sangrienta guerra se ve alimentada por una afluencia constante de equipo militar procedente del extranjero.Enlace externo Al analizar casi 2.000 documentos de envío y miles de imágenes del conflicto, la ONG rastreó las armas en manos de los beligerantes de ambos lados del conflicto.

Se ha violado el embargo de la ONU

“Nos dimos cuenta de que toda una serie de Estados exportan armas a Sudán, en violación del tratado sobre el comercio de armas del que muchos de ellos son parte”, explica Nadia Boehlen, portavoz de la sección suiza de Amnistía Internacional, en la sede de la ONG en Ginebra. . Esto incluiría, por un lado, armas ligeras, como pistolas, rifles, pero también vehículos blindados, bloqueadores de drones, millones de municiones y armas más pesadas, como morteros, especifica.

El Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) entró en vigor en 2014. Enlace externoprohíbe la exportación de armas a países donde podrían usarse para cometer violaciones de derechos humanos. Sin embargo, el texto no prevé mecanismos sancionadores en caso de infracción, como se menciona en la serie GeopolitaEnlace externo Nicolas Florquin, administrador de datos de Small Arms Survey, una organización con sede en Ginebra que registra los flujos de armas ilícitas en todo el mundo.

En total, el informe destaca seis países proveedores: Serbia, Rusia, Turquía, China, Emiratos Árabes Unidos y Yemen. Todos, excepto Yemen y Rusia, son signatarios o partes del TCA. Algunas armas llegan incluso a Darfur, en el oeste del país, a pesar del embargo de armas de la ONU sobre la región en vigor desde 2004.

En enero de 2024, varias investigaciones,Enlace externo en particular por el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre Sudán, había identificado entradas de armas procedentes de los Emiratos Árabes Unidos en apoyo de las fuerzas paramilitares. El aeropuerto de Amdjarass, en el este del Chad, había sido identificado en particular como punto de tránsito para armas y municiones exportadas a Sudán y, en particular, a Darfur. Los Emiratos Árabes Unidos han rechazado enérgicamente estas acusaciones.

Al menos seis países suministran armas a Sudán, según una investigación de Amnistía Internacional.

Geopolita/RTS

Se incautaron fusiles de caza

Según el estudio, al menos dos rutas de transporte fueron desviadas para atender el conflicto. Es el caso de la venta de armas destinadas a uso civil -como las de caza o tiro deportivo-, pero también de municiones y armas de fogueo que podrían transformarse con fines letales. Elusiones que el Small Arms Survey identifica cada vez más a menudo, también en Europa: “La transformación de armas de alarma en armas letales es una de las principales fuentes de armas ilícitas en la Unión Europea”, subraya Nicolas Florquin.

En respuesta a estas fugas, la misión de investigación de las Naciones UnidasEnlace externoasí como organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.Enlace externoPiden extender el embargo a todo Sudán. “El embargo limitado al territorio de Darfur es absolutamente insuficiente para proteger a los civiles. Cuando exportamos armas a Sudán, estamos casi seguros de que provocarán violaciones de derechos humanos”, insiste Nadia Boehlen antes de pedir a los Estados partes en el Tratado sobre el Comercio de Armas que controlen estrictamente sus exportaciones a Sudán.

Llamamientos que luchan por encontrar eco en la comunidad internacional. El pasado mes de septiembre el Consejo de Seguridad de la ONU renovó por un año más el embargo sobre la región de Darfur.Enlace externosin extenderlo a todo el país. En Ginebra, las conversaciones de paz del pasado mes de agosto no lograron llegar a un acuerdo de alto el fuego.

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