El Gobierno francés obligará a los supermercados a colocar un cartel alertando a los consumidores sobre una reducción de las cantidades de un producto a precios invariables, prometió la ministra de Comercio, Olivia Grégoire.
En Francia, a partir del 1 de julio, los productos (alimentarios o no alimentarios) serán “shrinkflated”. En otras palabras, verán disminuir su cantidad pero no sus precios. “Habrá un cartel en los estantes durante dos meses”, dijo el Ministro de Comercio en una entrevista reciente.
En este cartel se escribirá: “para este producto, la cantidad vendida ha aumentado de X a Y y su precio por kilo, gramo o litro ha aumentado un X% o X€”, explicó. El decreto, “firmado el 16 de abril”, se encuentra actualmente “sobre la mesa del Primer Ministro” y “deberá publicarse” en el Diario Oficial “en los próximos días”, aseguró el ministro.
La “shrinkflation” –del verbo inglés “to Shrink”– consiste en reducir las cantidades de productos vendidos en lugar de aumentar significativamente los precios (demasiado).
Esta práctica se observa a menudo en industrias como la de alimentos, cuidado personal y productos para el hogar, donde es menos probable que los consumidores noten cambios sutiles en el tamaño o el peso de los artículos. Por ejemplo, un paquete de galletas puede contener menos galletas que antes, o una botella de champú puede ser un poco más pequeña, pero los precios siguen siendo los mismos.
El motivo principal es mantener la rentabilidad y la competitividad en el mercado. En un contexto económico volátil, las empresas buscan limitar el impacto sobre los consumidores preservando al mismo tiempo sus márgenes de beneficio.
Sin embargo, la contracción inflacionaria está causando preocupación entre los consumidores. Es posible que se sientan engañados o defraudados cuando se dan cuenta de que están pagando el mismo precio por menos producto. Además, puede contribuir a una inflación oculta, ya que los consumidores gastan más para obtener la misma cantidad de productos que antes.
