Tres sindicatos (CGT, FSU, Solidaires) así como varios movimientos juveniles de defensa convocaron manifestaciones y huelgas el martes 1 de octubre, en el mismo momento en que el Primer Ministro, Michel Barnier, pronunciaba su declaración de política general ante la Asamblea General. diputados, anunciando que devolverán la mano a los interlocutores sociales para discutir las pensiones y el seguro de desempleo.
Un total de 95.000 personas se manifestaron por salarios y pensiones en 250 manifestaciones el martes en Francia, incluidas 11.000 en París, por convocatoria de los sindicatos CGT, FSU y Solidaires, dijo el Ministerio del Interior. La CGT, por su parte, contabilizó 170.000 manifestantes en toda Francia. A modo de comparación, la última movilización salarial en octubre de 2023 reunió a entre 92.500 manifestantes según la policía y 200.000 según la CGT.
Los últimos en salir el martes, los manifestantes de Estrasburgo comenzaron a salir a las calles poco después de las 14.30 horas detrás de una pancarta que proclamaba “por nuestros salarios, nuestros empleos, nuestras condiciones de trabajo y estudio”. “Esta manifestación es para mostrarle al Primer Ministro que hay cuestiones sociales, cuestiones relativas a las pensiones, cuestiones relativas a los servicios públicos”“, comentó a la AFP Laurent Feisthauer, secretario general de la CGT del Bajo Rin.
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En París, donde la CGT anunció 20.000 manifestantes, Camille, de 31 años, profesora de secundaria en la región parisina, está preocupada por las decisiones presupuestarias que podría tomar Barnier. “Sabemos muy bien que la derecha querrá ahorrar dinero y que reduciremos aún más los medios de educación nacional”lamenta el hombre de treinta años, que “Ya hay treinta y seis alumnos en clase en el curso general”. “Ni siquiera sabemos qué van a encontrar para cortar. ¡No queda nada! »respira desesperadamente Murielle, 54 años, trabajadora social en un hospital de Seine-et-Marne.
También había alrededor de 2.200 en Burdeos (prefectura), entre 2.700 (prefectura) y 6.000 (CGT) en Lyon, entre 800 (prefectura) y 1.500 (organizadores) en Perpiñán, 2.800 en Rennes (prefectura) o 2.900 en Nantes (prefectura). ).
“Medios tonos”
Esta movilización para la derogación de la controvertida reforma de las pensiones, un aumento de los salarios y de los servicios públicos, fue limitada en toda Francia, a pesar del refuerzo de varias organizaciones juveniles (Unión de Estudiantes, UNEF, Fidl o Sindicato de Escuelas Secundarias).
Con unos 190 lugares de reunión, “Es una movilización digna de jornadas de acción de este tipo”matizada Sophie Binet (CGT) de la procesión parisina, también preocupada “constatar en el lugar de trabajo un gran cansancio democrático y social entre los empleados”. La codelegada de Solidaires, Murielle Guilbert, admitió a la AFP “una movilización a medias”enfatizando que “Eso no significa que los temas planteados no cuenten con el apoyo de la población”.
La educación nacional registró un 6,08% de huelguistas entre los docentes, una participación baja. Por el lado del transporte, el tráfico fue ” normal “ para TGV. En algunos trenes regionales e interurbanos sólo se registraron ligeras perturbaciones.
El martes por la mañana también fueron bloqueadas algunas escuelas secundarias parisinas. Un centenar de estudiantes de secundaria desfilaron en el Barrio Latino, con pancartas como “Barnier, no es cuadrado”. A diferencia de la batalla unida contra la reforma de las pensiones, CFDT, FO, CFE-CGC, CFTC y UNSA no se unieron a la movilización. “Parecía prematuro responder a este llamado. (…) Para ser eficaz, la movilización debe tener demandas muy específicas”destacó Marylise Léon (CFDT), en el diario regional Oeste de Francia.
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La ambición de los sindicatos era ejercer un poco más de presión sobre Barnier, que reveló sus prioridades a los diputados, tras recibir a los interlocutores sociales la semana pasada. Anunció que devolvería a los interlocutores sociales el control del seguro de desempleo, ocultando así en su forma actual la reforma de este sistema prevista por el gobierno de Attal y el empleo de las personas mayores. “Están en la mejor posición para ofrecer soluciones”según el señor Barnier. Este último solicitó que se abra esta negociación “en las próximas semanas”mientras que las actuales normas de compensación a los solicitantes de empleo finalizarán el 31 de octubre.
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En cuanto a la muy criticada reforma de las pensiones adoptada el año pasado, que eleva gradualmente la edad de jubilación hasta los 64 años, “debemos retomar el diálogo”también juzgó recordando el“imperativo preservar el equilibrio sostenible de nuestro sistema”. Otra apertura a las preocupaciones provenientes de las procesiones, el anuncio de una revalorización del “Smic del 2% a partir del 1 de noviembre, anticipándose a la fecha del 1 de enero”.
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