En su alarmante informe sobre el estado de las economías europeas, el ex presidente del BCE, Mario Draghi, critica duramente el funcionamiento del mercado eléctrico europeo. Para reformarlo, sugiere en particular “descorrelacionar el precio de la energía renovable y nuclear con los precios más altos y volátiles de los combustibles fósiles” mediante el desarrollo de contratos a largo plazo. También hay sobre la mesa otras soluciones más estructurales.
El desafío es existencial. Dejados atrás por Estados Unidos y China en la competencia económica, los franceses y los europeos corren el riesgo de que su nivel de vida se deteriore seriamente en los próximos años. Esta caída está relacionada en parte con el elevado coste de la energía. Los precios de la electricidad son dos o tres veces más altos en el Viejo Continente que al otro lado del Atlántico, lo que penaliza a las empresas y ejerce presión sobre las facturas de los consumidores.
“Estas brechas se explican principalmente por la falta de recursos naturales en nuestro continente, pero también por problemas fundamentales relacionados con nuestro mercado energético común”observa Mario Draghi, autor de un reciente informe alarmante sobre el estado de las economías europeas. El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) lamenta que este mercado sea “dominado por intereses particulares y rentas financieras”. Para remediar esto, el federalista Mario Draghi propone en particular “desacoplar la remuneración de las energías renovables y la energía nuclear de la producción a partir de combustibles fósiles”. Esta propuesta suscita la hostilidad de algunos proveedores de electricidad.