La eliminación del Secretario General de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha causado conmoción en Irán, donde se teme que el Líder Supremo Ali Khamenei pueda ser el siguiente en la fila, según un artículo publicado hoy (domingo) en el New York Times”.
En Teherán, la noticia de la muerte de Nasrallah causó conmoción y ansiedad entre los altos funcionarios, quienes se preguntaban en llamadas telefónicas privadas y reuniones de emergencia si Israel atacaría a Irán a continuación y si Jamenei sería su próximo objetivo.
Cuatro altos funcionarios iraníes que conocieron personalmente a Nasrallah dijeron al Post que Jamenei estaba “profundamente consternado por la muerte de su amigo y afligido, pero adoptó una postura tranquila y pragmática”. En lugar de atacar a Israel, emitió dos declaraciones moderadas, elogiando a Nasrallah como una figura destacada del mundo musulmán y el eje de la resistencia, y afirmando que Irán apoyaría a Hezbollah.
En una decisión importante, Jamenei indicó que Hezbollah, no Irán, lideraría cualquier respuesta contra Israel, limitándose Irán a un papel de apoyo. Según varios expertos citados por el periódico estadounidense, esta posición revela claramente la actual incapacidad de Jamenei para responder eficazmente a los ataques israelíes contra sus aliados. Ante el dilema entre un conflicto abierto con Israel y una estrategia de baja intensidad destinada a preservar sus intereses, el líder supremo parece favorecer este último enfoque.
Dos miembros de la Guardia Revolucionaria, incluido un estratega que participó en reuniones de planificación durante los últimos dos días sobre cómo debería responder Irán, dijeron en entrevistas que la prioridad inmediata de Irán es ayudar a Hezbollah a recuperarse y nombrar un sucesor de Nasrallah. , alinear una nueva estructura de mando y reconstruir una red de comunicaciones segura.
